Los atracadores dispararon tras una lona sin opción para los agentes

Los ladrones estaban dispuestos a matar a quien se interpusiera en su camino y lo hicieron. Los dos agentes del cuartel de la Guardia Civil de Covelo que acudieron a inspeccionar la sucursal de Caixa Galicia en A Cañiza, una vez que saltó la alarma de la entidad, no tuvieron opción de defenderse de sus agresores, según se desprende de las primeras investigaciones.

Cuando el guardia civil Jorge Piñeiro, de 38 años, casado y con tres hijos, se adentró en el bajo desocupado colindante con la sucursal, seguido por su compañero, el cabo Alfonso José Riveiro, de 32 años, el local estaba en apariencia vacío.

Los atracadores, alertados posiblemente por un compinche que tenían en el exterior y que huyó, estaban ocultos tras una lona negra con la que habían tapado el butrón para evitar que algún curioso pudiera verlo desde el exterior del inmueble los días previos al atraco. Fuertemente armados, esperaron a que los dos agentes se adentraran en lóbrego local y salieron pegando tiros.

El guardia Jorge Piñeiro cayó acribillado por cinco balazos, y su compañero logró arrebatar el arma y reducir a uno de los asaltantes, aunque en el forcejeo resultó herido al rozarle una de las balas disparadas, presuntamente por José Vilar Casal, quien también resultó lesionado aunque su vida no corre peligro y permanece custodiado en el hospital pontevedrés de Montecelo.

Compañeros de José Riveiro aseguraban ayer que su gran forma atlética y su preparación le hicieron reaccionar de forma heroica y evitó una masacre. "Iban a por ellos, pudieron morir los dos. Los sorprendieron con una ensalada de tiros y no tuvieron oportunidad alguna de defenderse", explican. El cabo herido abandonó ayer por la tarde el hospital para acudir a la capilla ardiente de su compañero fallecido, y dar así el pésame a su familia.

Por otra parte, las fuerzas de seguridad cierran el cerco sobre el tercer atracador que logró huir de A Cañiza, y sobre una cuarta persona que podría haber facilitado un Xsara Picasso gris a José Ángel Martíns Mendoza, El Peke, con lo que podría tratarse de un "colaborador necesario". Este vehículo fue retirado también ayer por los agentes para someterlo a análisis en busca de pruebas y pistas.

Efectivos de los GOES de la Policía Nacional entraron también ayer en un domicilio de Cabral en busca de un posible integrante de la banda de violentos atracadores, si bien no lograron detenerle ya que puede estar escondido.

Mientras, los equipos de Policía Científica analizan los casquillos y la pistola intervenida en el lugar del atentado a los agentes para determinar cuántos disparos hubo y quien realizó los tiros que mataron al agente, pues hay dudas.