La policía investiga si unos sicarios hicieron desaparecer a la pontevedresa

Las dificultades para encontrar pistas fiables, que se pierda el rastro de día y en el centro de la ciudad y la no contradicción en las declaraciones de potenciales implicados avalan la tesis

Protección Civil y la Policía Nacional busca el cuerpo de Sonia Iglesias por el cauce del río Lérez. / rafa vázquez

Protección Civil y la Policía Nacional busca el cuerpo de Sonia Iglesias por el cauce del río Lérez. / rafa vázquez

B. Márquez | Pontevedra

La incorporación de un equipo de la Brigada de Homicidios y Personas Desaparecidas desde Madrid a la investigación de la desaparición de Sonia Iglesias busca una mirada "experta" a los numerosos datos, declaraciones y sospechas no concluyentes recabadas en estos días por los efectivos de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violencia de la comisaría de Pontevedra. No se descarta ninguna hipótesis aunque, prácticamente todas ellas, parten de la premisa de una marcha "involuntaria".

La participación de profesionales del crimen por encargo es una de estas posibilidades, habida cuenta de las dificultades existentes para encontrar una pista fiable que permita reproducir las últimas horas de Sonia Iglesias antes de su desaparición (el pasado miércoles) a pleno día y en el centro de la ciudad o dirigir la investigación hacia algún sospechoso concreto. La última referencia que se tiene de ella es el testimonio de una conocida que se la cruzó en una céntrica calle poco antes de las once de la mañana.

En los interrogatorios policiales realizados en el círculo más cercano de Sonia Iglesias y su familia no se han detectado incoherencias ni contradicciones, lo que certificaría la credibilidad de los testimonios. Ello no es óbice para no perder de vista su entorno.

Sin abandonar la primera línea de trabajo que sitúa el foco de la investigación en su entorno más cercano, la Policía Nacional amplió el abanico de posibilidades, llegando a la hipótesis de la intervención de terceros en el suceso, de personas ajenas que habrían encontrado la fórmula de atraerla sin levantar sospechas.

El equipo llegado desde Madrid, integrado por especialistas de la Policía Judicial y Policía Científica, estaría detrás de la intensificación del rastreo, iniciado el sábado, del río Lérez y las xunqueiras adyacentes dado que, al parecer, se podría haber encontrado alguna pista en la xunqueira de Alba.

Esta zona se inspeccionó ayer por la tarde palmo a palmo, con la colaboración de voluntarios de Protección Civil que con medios acuáticos (una zódiac y una moto) peinaron el cauce del Lérez en todo su tramo urbano.

La Brigada de Homicidios desplaza especialistas para dar apoyo a investigaciones sobre personas desaparecidas en cualquier punto de España y lo hace siempre en casos en los que existe el temor de que la persona a localizar haya sido víctima de una acción violenta.

Los expertos policiales permanecerán en Pontevedra un tiempo suficiente para, si no resolver, por lo menos dar un buen impulso a la investigación.

Hoy hace una semana que Sonia Iglesias, de 38 años, falta de su domicilio. Su familia, compañeros de trabajo y amigos insisten en que su desaparición no es voluntaria. Su entorno no quiere que su caso caiga en el olvido y para recordarlo han convocado para los próximos días concentraciones y actos de solidaridad en varios puntos.

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