La policía cree que dos personas participaron en la desaparición de la mujer pontevedresa

Los investigadores sospechan que el autor pudo contar con más ayuda . Agentes y voluntarios de Protección Civil renovaron ayer las tareas de búsqueda en la ribera del Lérez

Un hombre busca con prismáticos desde una pasarela el rastro de Sonia Iglesias en el río Lérez. / rafa vázquez

Un hombre busca con prismáticos desde una pasarela el rastro de Sonia Iglesias en el río Lérez. / rafa vázquez

S. Regueira | Pontevedra

Las posibilidades de una noticia feliz sobre Sonia Iglesias se desvanecen a medida que pasan las horas. Lo reconocen los investigadores y la familia, entre la que cunde el desánimo una vez superada la primera semana de la desaparición de esta mujer de 38 años, con un hijo de 9, que fue vista por última vez la mañana del miércoles 18 en una céntrica calle de Pontevedra.

Desde el primer momento, el círculo familiar y laboral de Sonia, que trabaja en Massimo Dutti, tuvo la convicción, compartida en gran medida por la policía, de que la desaparición no era voluntaria.

Las últimas investigaciones se centran en el coche de su pareja, sin descartar todo tipo de pistas posibles: desde el zapato localizado ayer en la orilla del río Lérez (y cuya fiabilidad, al menos en principio, cuestionan los investigadores) a la cartera con su documentación hallada en el poblado chabolista de O Vao, hasta el momento el indicio más consistente, o las declaraciones de testigos que afirman haberla visto aquella mañana.

Los agentes de la policía científica revisaron exhaustivamente el vehículo que conduce la pareja sentimental de Sonia desde hace casi dos décadas, Julio Araújo, con el que estaba en trámites para romper la relación.

También han realizado inspecciones de los espacios más vinculados a su entorno reciente y a las últimas horas en las que fue vista, una investigación de su círculo más cercano que si cabe se ha intensificado más con la llegada desde Madrid de un equipo de la Brigada de Homicidios y Personas Desaparecidas.

Las muestras obtenidas en el examen del coche serán remitidas al laboratorio de Madrid para los oportunos análisis en busca de rastros de ADN que pudiesen arrojar pistas sobre el posible paradero o, al menos, ayudar a reconstruir el itinerario que siguió en la mañana del 18 de agosto.

Su pareja ha testificado que la acompañó desde el domicilio familiar hasta una calle cerca del centro, en donde se despidió de ella. En teoría, Sonia habría caminado a continuación hacia el centro, pero poco después se pierde la pista.

Con todas las reservas, fuentes cercanas a la investigación hablaban ayer de "cierto nerviosismo" en la pareja sentimental de Sonia al ser preguntado sobre el coche, con expresiones que, en todo caso, insisten en que "deben contextualizarse explicando que se trata de una persona sometida a presión extrema en las últimas horas", máxime si se tiene en cuenta que desde un primer momento las pesquisas se centraron en el circulo más próximo a la pontevedresa desaparecida.

Así, Julio Araújo ha sido interrogado por los agentes en reiteradas ocasiones en las últimas horas.

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