Vídeos colgados en YouTube e imágenes de móvil están siendo rastreados por la policía para esclarecer quién o quiénes usaron adrede un detergente supuestamente de uso industrial en la batalla de verduras, yogur y harina con la que se cerraba la fiesta de las novatadas de varios colegios mayores de Santiago y tras la que tres jóvenes resultaron heridos y dos de ellos operados por abrasión de sus ojos.

La evolución médica de los dos alumnos de Vigo y Lugo del Colegio Mayor San Agustín que tuvieron que ser intervenidos quirúrgicamente continúa, aunque la recuperación total podría prolongarse durante meses; mientras que el de A Coruña ya está en la residencia universitaria.

Los padres de uno de los afectados del Colegio San Agustín, el vigués Jacobo y que iba a estudiar Historia del Arte, explican que el joven "no vio a quien le tiró el producto, ni se dio cuenta del momento justo en que se produjo". Su padre asegura que Jacobo "aún no se plantea ir a clase", puesto que todavía "falta mucho para su recuperación" y no se descarta que tenga que practicásele una nueva cirugía. También explican que el joven ya firmó su declaración en la Comisaría en Santiago y la familia se personarán como acusación particular.

La Policía Nacional de Santiago abrió ayer de oficio una investigación para esclarecer los pormenores de las novatadas de la noche del pasado miércoles. El Grupo de la Policía Judicial de Santiago se encarga de investigar y fuentes próximas manifiestan que ya se tomó declaración a las víctimas.

Por su parte, el director del Colegio Mayor San Agustín, Jorge Vázquez, explicó en declaraciones a Europa Press que a los dos jóvenes que fueron operados por las lesiones sufridas en los ojos les "están probando tratamientos distintos". "Van evolucionando", añadió.

Los hechos sucedieron la semana pasada cuando dos jóvenes del citado colegio mayor de Santiago tuvieron que ser hospitalizados por las lesiones sufridas en los ojos durante una batalla de comida en la que les arrojaron un producto agresivo, supuestamente un detergente industrial, debido a lo que tuvieron que ser operados.

"Llevamos yogures, verduras, harina... Y, ¡en fin! cosas que no dañan a nadie", explica M., una estudiante, hoy "veterana" de un Colegio Mayor, a la que la batalla de verduras le pareció "la mejor novatada" cuando participó en ella hace ya varios años. Era una competición entre alumnos de diferentes residencias que se tiran alimentos y mezclas de líquidos.

El pasado miércoles presenció, aunque no participó, en la batalla campal de autos. "Vi a alguno que salió con los ojos afectados, pero pensamos que untados de harina o aceite de la batalla; nunca imaginamos que fuese detergente. Pensábamos que estarían molestos por el agua o que se le habría metido un pinchito. Cuando recogimos la plaza encontramos el envase del producto y nos quedamos alucinados. La broma se quedaba en pasarlo bien tirándose harina, pero ahora todo el mundo se pregunta de dónde pudo salir el detergente y quién pudo ser", relata. "Tenemos alguna grabación pero solo ves a un montón de gente corriendo. Esto no debería de quedarse así. Son unos inconscientes para hacer eso. Si fuese yo quien lo hizo, al menos me disculparía ante los padres", añade.