El tribunal que juzga el caso de Marta del Castillo en Sevilla accedió ayer a celebrar un careo entre el principal inculpado y autor confeso de la muerte de la menor, Miguel Carcaño, y su antiguo amigo Samuel Benítez, que según el primero le habría ayudado a ocultar el cadáver. Lo habían pedido los padres de la menor, pero el careo, que duró apenas cinco minutos, no consiguió su propósito de aclarar en qué lugar se encuentra el cadáver.

"Te pido que digas dónde está Marta", conminó Carcaño a Benítez, pero éste negó tener nada que ver con la ocultación del cuerpo de la menor. Los padres de la joven volvieron a suplicar ayer que les devuelvan "lo que quede" de Marta del Castillo "para poder descansar".

En apenas unos minutos, Carcaño y Benítez se acusaron mutuamente. Tras ser inquirido por Carcaño para que dijese donde estaba el cuerpo de la menor, Benítez contestó: "¿Quién te crees tú, una persona que mata a otra y quién se presta para ayudarla a desaparecer un cuerpo? Yo no. Yo estoy con mis testigos en Montequinto y el coche es inventado". Carcaño negó entonces que su antiguo amigo cogiera un autobús, sino que llegó a su casa en un coche. "En aquella época eras tú más listo", le espetó Carcaño. "Por eso estás libre", añadió. Benítez, a su vez, respondió: "Con acusaciones falsas no puedo, es normal que me hierva la sangre".

En la vista de ayer declararon los padres de la menor. El padre relató que sobre las diez y media de la noche, Marta no había vuelto a casa, por lo que se preocuparon y, después de llamarla varias veces, Eva Casanueva, la madre, "llamó a varios amigos de Marta para ver si sabían algo de ella", entre ellos a El Cuco, Samuel Benítez y Carcaño, "quien dijo que la había dejado a las nueve y media en casa".

A Samuel le llamaron a las 23.40 horas y "dijo que Miguel la había dejado en casa a las doce". Ni siquiera era esa hora. "Estoy desesperado por encontrar a mi hija", lamentó el padre. Y añadió que cuando detuvieron a Carcaño pensó "que se iba a acabar la agonía, pero después vino una versión y otra".

"No nos están dando la oportunidad de enterrarla, algo con lo que mejoraría mi sufrimiento, es un continuo machaque", remarcó.

La madre dijo estar "hundida" porque para ella sería "muy importante" recoger lo que quede de su hija, "para tener ese descanso", al tiempo que aseguró que las distintas versiones ofrecidas le han producido "una tortura infinita".