Al menos 143 personas han muerto y más de 300 han sido hospitalizadas, un centenar de ellas en estado crítico, tras injerir alcohol adulterado en el estado oriental indio de Bengala, informaron fuentes oficiales a la agencia local PTI.

Los afectados, en su mayoría trabajadores, consumieron el citado alcohol, de fabricación casera, en puestos de licores próximos a la estación de tren de la localidad de Sangrampur.

"A las dos de la madrugada del miércoles la gente empezó a vomitar y a quejarse de fuertes dolores de estómago", comentó un residente de Sangrampur a la agencia local IANS, al explicar cómo el miércoles se extendió la voz de alarma.

La cifra de muertos alcanzaba el medio centenar la pasada madrugada y, según los medios locales, todavía podría aumentar debido al estado de extrema gravedad en que se encuentran algunos de los afectados. La mayoría ha perdido la vida debido a problemas respiratorios e insuficiencias cardíacas.

Entre los fallecidos se encuentran varios menores de entre 10 y 15 años, según declaró al diario Indian Express un médico del hospital Diamond Harbour, centro en el que fueron ingresados una gran parte de los afectados por el envenenamiento. La bebida alcohólica en cuestión es conocida localmente como Cholai.

Tras conocerse la magnitud de la intoxicación, vecinos enfurecidos destrozaron el miércoles una de las licorerías que vendían el alcohol, que al parecer se había mezclado con un producto químico no identificado. Ante tales incidentes, las fuerzas de Seguridad se desplegaron en el área y detuvieron a siete sospechosos de haber participado en la venta del brebaje.

La jefa del Gobierno regional de Bengala, Mamata Banerjee, declaró que se tomarán medidas drásticas contra la venta de este tipo de bebidas ilegales. Banerjee culpó al anterior Gobierno, liderado por los comunistas, de hacer la vista gorda ante el negocio ilegal de licor y detalló "la resistencia de diferentes sectores" para su prohibición.