Un incendio calcinó ayer la zona de producción de la conservera más antigua de Galicia, ubicada en Bueu y propiedad de Guillermo Alonso Jáudenes, que comercializa sus productos bajo la marca Palacio de Oriente. Los daños causados obligaron a paralizar la actividad de la fábrica, y los 40 empleados desconocen cuándo se podrá retomar la actividad. Este siniestro se produce ocho meses después de que las llamas arrasaran la conservera canguesa Lago Panini.

El siniestro se produjo a las 06.35 horas, cuando se encontraban en la nave apenas cinco empleados, principalmente personas relacionadas con trabajos de mantenimiento. Había electricidad en las máquinas pero no habían empezado a funcionar. Las 07.00 horas marca el inicio de la jornada laboral de esta fábrica que suma ya 137 años de actividad en Bueu.

Posible ERE

Cuando tres horas después el fuego quedó controlado, alrededor de las 10.15 horas, la empresa se dirigió a las trabajadoras, que fueron llegando como cualquier día a su puesto de trabajo, recomendándoles que se fueran a casa, que el lunes las llamarían con novedades, ya que hay que evaluar todos los daños. Ante la pregunta de un posible expediente de regulación de empresa (ERE) temporal, Guillermo Alonso Jáudenes aseguró que era evidente que algo habría que hacer, porque en las condiciones en las que quedó la fábrica no se puede trabajar, pero tampoco podía adelantar cuánto tiempo duraría esta situación.

Los bomberos valoraron que la causa del incendio fue un cortocircuito que se produjo en una máquina empacadora en la línea de producción número 1, en la más nueva, que no lleva instalada ni un año. El fuego se propagó por el falso techo con gran rapidez, a lo que ayudó que el mismo fuese de porexpan y que por él pasa una cinta transportadora. Las placas incendiadas caían una tras otra y la zona de producción pronto se llenó de llamas y humo.

El hecho de que el parque comarcal de Bomberos de O Morrazo estuviera situado a 100 metros de distancia evitó una tragedia mayor. Los equipos de extinción de incendios, que también llegaron del parque de bomberos de O Salnés, de O Porriño, Protección Civil de Cangas, de Moaña y Grumir de Bueu, se centraron en impedir que las llamas alcanzasen el almacén, donde se acumulaba una producción de conservas valorada por Alonso Jáudenes en varios millones de euros. Así también había acumulados hasta siete depósitos de aceite que guardaban 150 toneladas de este líquido.