La policía checa ha detenido a 17 sospechosos en relación con la serie de intoxicaciones con alcohol metílico que ha matado hasta ahora a 19 personas, informó hoy Radio Praga.

Fuentes policiales informaron además de que once de los detenidos han sido inculpados de estar involucrados en este caso de fabricación y venta de alcohol adulterado con metanol.

No obstante, un portavoz policial reconoció que aún no se ha logrado arrestar al cabecilla del grupo.

Además, el Ministerio checo de Sanidad ha prohibido en la tarde de este viernes, con efecto inmediato y por tiempo indefinido, la venta de licores con más del 20 % de alcohol.

La prohibición afecta a todos los establecimientos donde se venden esos licores, incluidos bares, hoteles, supermercados y restaurantes, por lo que es una ampliación de la dictada anteriormente solo para la venta callejera, en kioscos.

El objetivo de la medida es frenar la ola de intoxicaciones que se extiende en varias provincias del país centroeuropeo, explicó el ministro de Sanidad, Leos Heger.

Por primera vez se registró hoy un caso de intoxicación con metanol en la capital, Praga, de un hombre de 30 años que ha sido internado en un hospital y se encuentra en estado crítico.

La última víctima mortal, la número 19, es una mujer que fue hallada este viernes sin vida en la ciudad de Havirov, en Moravia.

Más de veinte personas siguen hospitalizadas, algunas de ellas en estado grave.

En las últimas 24 horas, la policía ha efectuado 7.832 controles, mientras que otros 779 fueron hechos por los servicios de higiene, 800 por inspectores de alimentos, 250 por inspectores de comercio y 700 por agentes de aduanas.

El consumo de pocos mililitros de metanol provoca mareos, dolores de cabeza, náuseas y perturbaciones de la vista, y puede llevar a la ceguera y a la muerte.

De acuerdo con la Unión Checa de Productores de Licores, una quinta parte de las bebidas alcohólicas consumidas en el país es de origen ilegal.