Un estadounidense de 13 años mató con un compañero de la misma edad a su bisabuela con un hacha y un martillo, y tras robarle joyas y un poco de dinero ambos se marcharon a jugar a los bolos y a comer una pizza, informa hoy el diario Journal Sentinel. El crimen tuvo lugar el pasado lunes y los dos han sido acusados de asesinato. Los menores llevaban el hacha y el martillo entre su ropa, según confesó uno de ellos en el interrogatorio policial. No consiguieron meter a la bisabuela muerta en el maletero del coche y se fueron con el vehículo a la bolera.