El juicio por la desaparición del joven vilagarciano Fernando Caldas el 16 de julio de 2004, que se celebra en la Audiencia Nacional, dio ayer un vuelco al retirar el fiscal en la penúltima jornada de la vista oral las acusaciones de homicidio o retención ilegal para cinco de los ocho procesados, para quienes solicitaba 15 o 9 años de prisión. Así, solo mantiene los cargos de homicidio contra José Jorge Durán Piñeiro, cabecilla del grupo de narcos al que considera inductor, y para los hermanos vigueses Marco Antonio y Miguel Ángel Fernández Rodríguez, a quienes atribuye la autoría del crimen.

Libres sin ningún tipo de imputación quedaban ayer los arousanos Juan Berbell, Roberto González y Manuel José Pazo Taboada. En el caso de Marcos Vigo y Rosa Charlín, pareja sentimental de Jorge Durán, rebaja la acusación a un delito de encubrimiento (2 años), la misma que para Eloy Val Carballo y la vidente viguesa Adela Vilas Soliño.