"El viernes tengo un campeonato, tengo que estar bien", repetía a los médicos que la auxiliaban la triatleta lucense Aida Valiño. Pero la furgoneta que la arrolló junto a otros compañeros ciclistas en Viladesuso (Oia) el sábado por la mañana ha puesto fin a su brillante temporada, si bien se muestra satisfecha de haber salvado la vida. Ingresada en el hospital, donde fue operada de neumotórax y de fractura del tabique nasal, y a la espera de ser intervenida para solucionar las fracturas de codo y clavícula que sufre, su estado es estable "dentro de la gravedad" aunque no se teme por su vida. En situación similar se encuentra Enrique Santos, ingresado en la UCI pues una de las costillas fracturadas le atravesó el pulmón. Los otros seis deportistas heridos en el siniestro, que presentaban lesiones y magulladuras recibieron ya el alta y están en sus casas.

"Aida está sedada, con mucho dolor porque también sufrió una luxación de la mandíbula y apenas puede hablar. No recuerda nada de lo ocurrido el sábado, ni del accidente. Solo que por la mañana salió con la bici", explica su novio, el también deportista de élite Gustavo Rodríguez. "Se llevó todo el golpe en la cara y tiene el cuerpo muy dolorido. Lo está pasando mal, con dolor, pero con tranquilidad porque no hay nada roto que no se pueda arreglar. Perder la temporada es lo de menos, no vivimos de esto y confía en recuperarse con el tiempo. Y ya habrá más temporadas", explica.

El presidente del Spol de Porriño informó de que Carlos Santos está fuera de peligro, aunque en observación en la UCI. No fue el único del equipo herido. Otros dos compañeros suyos ya recibieron el alta.