Con una alfombra floral con dos ángeles que recordaban a las dos pequeñas, cientos de personas expresaron su dolor y la repulsa por unos actos que no deberían haber pasado. Una semana después del asesinato de Candela y Amaia, Moraña, donde las dos pequeñas vivían, y Campo Lameiro, donde están enterradas por expreso deseo de su madre, se unían para mostrar su condena más absoluta contra el crimen que acababa con sus vidas presuntamente a manos de su padre, David Oubel.

Flores blancas y cirios del mismo color, para simbolizar la inocencia y pureza de las dos pequeñas, invadieron el camposanto de San Cristovo de Couso para participar en un emotivo acto en el que los asistentes iluminaron con las velas la ofrenda floral, que completaron los presentes con los pétalos de las rosas que portaban sin más sonido que el de una gaita tocando una marcha procesional tradicional. El acto institucional de los concellos continuó con las palabras de "rechazo contra la condena" por parte del Jorge Canda, alcalde de Campo Lameiro.

"Amargura, dolor, tristeza, consternación, no encontramos palabras que nos ayuden a expresar los sentimientos que llevamos en nuestros corazones", señalaba el regidor, destacando también que "nadie es dueño de la vida de los demás, con toda energía condenamos cualquier expresión de violencia y aun más si va dirigida a seres inocentes. Amaia y Candela, os llevaremos en el corazón". El acto de Campo Lameiro se cerró con dos lecturas, una de El pájaro espino y otro de Agustín de Hipona en el que evocaban la importancia de recordar a las dos pequeñas.

Las muestras de apoyo a la familia de las niñas se trasladaban poco después a Moraña, donde más de medio millar de personas esperaban para realizar una marcha silenciosa detrás de una pancarta que rezaba: Candela y Amaia, siempre estaréis con nosotros. Significativamente, la marcha la encabezaron compañeras de clase de las pequeñas, vecinos y profesores, portando uno de ellos unos patines con el nombre de Candela, recordando a la pequeña que disfrutaba yendo a las actividades extraescolares para practicar el patinaje.

Rápidamente se fue sumando gente a la marcha, superando al final el millar de personas que recorrió con un silencio respetuoso las calles 6 y 2 de Moraña hasta concluir en el altar a las dos pequeñas en el lateral de la casa consistorial. El importante número de velas y flores que se acumularon a lo largo de la semana, se multiplicó en pocos minutos con los gestos de homenaje de los asistentes.

Suelta de globos

Una de las amigas más cercanas a la madre de las niñas leyó un mensaje de la familia en el que se agradecía a todos "el apoyo y el respeto" mostrado. También se hizo una suelta de globos en la plaza del ayuntamiento por parte de vecinos y algunos de los pequeños que se acercaron a recordar a Candela y Amaia. El silencio predominante en todo el acto fue roto por un gran aplauso en muestra de solidaridad con la familia. Fue el final de un sentido recuerdo a las dos niñas promovido por iniciativa popular, aunque las muestras de dolor se prolongaron hasta bien entrada la noche.

La localidad de Caldas se suma hoy también al recuerdo de Amaia y Candela, con un encuentro frente a la iglesia de Santo Tomás, junto a As Palmeiras a las 12.00 horas. Como en Moraña y Campo Lameiro, se pide acudir con velas y flores blancas por Candela y Amaia.