La contradictoria versión sobre lo ocurrido el miércoles en la vivienda de la parroquia ponteareana de Guláns donde falleció el batería de Los Piratas, Javier Fernández, del disparo de un guardia civil que trataba de repeler un ataque a su compañero, según informó la Delegación del Gobierno, parece avocada a un careo entre los testigos y a una reconstrucción judicial de los hechos. Un amigo de Javier asegura que intentó mediar e impedir el disparo, y rebate la versión oficial. Admite que su amigo amenazó con un cuchillo a un agente, pero dice que no atacó a nadie antes del disparo.

El abogado Gerardo Gayoso, que representa a la familia del músico, solicitará ambas diligencias una vez que todos los testigos declaren en el Juzgado de Instrucción 2 de Ponteareas. el próximo 2 de septiembre.