Las imágenes de 33 cámaras analizadas por los agentes de la Guardia Civil para controlar la ubicación de los acusados por la muerte de la pequeña, sus padres, el día de los hechos, el 21 de septiembre de 2013, constatan un viaje de ida a la casa de Teo pero en el de vuelta solo regresaría Rosario, sin la niña. Así lo aseguró el encargado de visualizar horas y horas de grabación, buscando la ubicación exacta a lo largo de la tarde del Mercedes verde de Porto.

Si hubo un viaje de ida, exactamente a las 18.21 de la tarde del coche pasando por la gasolinera de Galuresa con Rosario y Asunta dentro, acreditó el agente, que asegura que las cámaras, de hecho, solo justifican un viaje a Teo y no tres, como describió en su declaración la madre de la niña. El agente asegura que las cámaras no dejan constancia de que la madre de Asunta pasara por Galuresa cuando dejó a la niña, como ella contó como viaje de regreso a Santiago de la pequeña, o para ir a Decathlon. El agente sostiene que de haber regresado con la niña por Galuresa "la hubiese visto sí o sí": "es imposible que tapara el coche ningún otro vehículo más grande". Si captan las cámaras cuándo sale Asunta, después de comer, del piso de Basterra, "caminando perfectamente por la acera", según el agente, y poco después, con un vestido azul, Rosario Porto, que va a buscar el coche al garaje de General Pardiñas. Es después, a las 18:21 cuando la cámara de Galuresa, una de las más fiables, capta a Rosario y Asunta en el coche. El viaje de regreso que las grabaciones pueden acreditar, no obstante, son ya a las 21:28 horas, captadas por la cámara del Parlamento de Galicia en una sola ocasión, volviendo de Teo. Un poco más tarde, a las 21.32 horas, se ve a Rosario saliendo ya del garaje, supuestamente la de los bañadores ya que al final no compró la bola de pilates en Decathlon, como tenía previsto. Los letrados cuestionaron en varias ocasiones la fiabilidad de la reconstrucción de los viajes en coche realizados durante aquella tarde, en cuanto a la duración de los trayectos a la casa de Teo. También pusieron pegas a los desajustes horarios de las imágenes tomadas por las cámaras y analizadas por los agentes: algunas de ellas de dos minutos de diferencia con la hora real y al menos una de ellas con un desfase de 11 minutos. Además, las cámaras no están sincronizadas entre sí, lo que dificultaría la tarea de los agentes. En todo caso, el Guardia Civil que realizó el seguimiento de esa tarde aseguró, rotundo, que si Asunta hubiese regresado por Galuresa con la madre, como esta dijo para dejarla luego en General Pardiñas, porque la propia niña quiso volver a casa, siempre según la declaración de Rosario, "la hubiese visto". Y, en este punto, el agente no titubeó.

En todo caso, si a las 18: 21 las cámaras estaban captando a Rosario y a la niña en el coche, y de esto los agentes acreditan imagen, pierde sustancia, en principio, el testimonio de la testigo que acreditó ver precisamente a Basterra y a la niña en el centro, sobre las 18.21 también marcado en el ticket de compra de los tenis de la chica. Aún así se especuló en la sesión de ayer sobre si sería posible que en poco tiempo, cuestión de minutos, podría estar en los dos lugares, teniendo en cuenta el desfase horario de minutos de las cámaras y la poca distancia entre un lugar y otro. Lo que sí quedó claro es que Alfonso Basterra no sale en ninguna imagen captada por las cámaras durante la tarde, lo que fortalecería su teoría de que durante la tarde de los hechos no salió de su piso, en el que estuvo cocinando y leyendo. Las primeras imágenes captadas por las cámaras son a las 21.44 dando vueltas por la acera, cuando supuestamente está buscando a su hija, ya desaparecida a esas alturas de la jornada. El agente de la Guardia Civil dejó caer, no obstante, que Basterra pudo haber salido de su piso esquivando las cámaras: "Si yo quiero que no me vea ninguna cámara, no me ve", enfatizó el agente. La abogada de Alfonso, Belén Hospido, negó este extremo. También se puso encima de la mesa en la sesión de ayer que "es posible" llegar a la pista en la que apareció el cadáver de la niña sin pasar por la casa de los vecinos de Teo.