Durante la tarde del 21 de septiembre, en la que se desencadenaron los hechos, una de las testigos aseguró haber visto a Rosario Porto salir de la finca de Teo en su coche, "sobre las nueve menos cuarto o menos diez de la noche". Según esta chica, Rosario iba sola en el coche. No pudo acreditarlo al 100%, porque no estaba pegada al vehículo sino a una corta distancia. Vio el coche de Rosario un poco más adelantado, desde el portalón. La hora facilitada coincidiría con la expresada hasta ahora por Porto de su supuesto último viaje a Montouto. También sería una hora lógica teniendo en cuenta el informe de desactivación y activación de la alarma. Esta testigo también expresó, a preguntas de los letrados, que los perros no se acercaron en ese momento al coche. Escuchó a su padre decirle a Rosario: "Charo, pon las luces", ya que las llevaba apagadas. También sus padres le contarían luego, tras hablar con Charo, que se mostraba un poco nerviosa porque había dejado a Asunta haciendo los deberes en Santiago. La testigo negó haber visto a Basterra en toda la tarde en Teo.