El Tribunal Supremo ha agravado en 10 meses la condena impuesta a un maltratador que intentó matar a su mujer a tiros en plena calle después de hacerle pasar un calvario, en el que incluso le hizo someterse a la prueba del polígrafo para comprobar si era infiel. La pena pasa de 14 años y 9 meses a 15 años.