La Guardia Civil detuvo en Barcelona a dos integrantes de una organización que pretendía vender armas de gran calibre a cárteles de la droga mexicanos, operación realizada conjuntamente con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA). Los arrestados ofrecían a los grupos de narcotraficantes lanzacohetes antitanque, lanzagranadas y fusiles de precisión y asalto para su protección en los traslados del estupefaciente desde México hasta EEUU.