Florencio Alonso Calvar, de 71 años, detenido como posible autor del crimen de su esposa, Marina Rodríguez Barciela, de 69, en su casa de Mos pasará hoy a disposición del Juzgado de Instrucción 2 de Porriño, en funciones de guardia, tras permanecer en el calabozo del cuartel de la Guardia Civil, en Vigo, desde la madrugada de ayer. El cuerpo de la víctima apareció el martes por la noche en el suelo de la cocina de su vivienda, en la calle Rans. La autopsia ha determinado, según fuentes próximas al caso, que la muerte fue violenta: la sexagenaria presentaba numerosos y contundentes golpes en la cabeza, por la que la hipótesis en la que trabaja el Instituto Armado es que se trata de un homicidio de violencia de género. De ser así, serían siete las mujeres asesinadas en Galicia en 2015, una cifra que no se alcanzaba desde hace siete años y que convierten a la comunidad en la tercera con más crímenes machistas del año, tras Andalucía y Valencia.

La víctima había presentado una denuncia ante la Guardia Civil contra su marido en octubre de 2014 por malos tratos físicos y psíquicos habituales, si bien tras las declaraciones testificales, las diligencias se transformaron en un juicio de faltas por insultos, en el que ella, informó el TSXG, retiró la denuncia, por lo que el caso fue archivado. El cuerpo de la víctima presentaba "evidentes signos de violencia", según informó la Delegación del Gobierno. Aunque había cautela oficial a la espera de que el juzgado recibiese el informe de la autopsia, ya que hasta ese momento no se podría descartar por completo una muerte accidental, las fuentes consultadas señalaron al cierre de este edición que la prueba forense arrojó que fue una muerte violenta. Agentes de la Guardia Civil buscaron pistas ayer durante horas para tratar de esclarecer lo sucedido. Revisaron la vivienda y la finca, así como el vehículo del detenido aparcado frente a la casa y lleno de bolsas y materiales. Cuando acudió a la Guardia Civil, el detenido negó haber matado a su mujer. Aseguró haberla encontrado muerta cuando llegó a casa alrededor de las 22.30 horas, si bien, algún vecino afirmaba ayer haber visto el vehículo del hombre en casa ya antes de las 21.00 horas.

El mayor de los dos hijos de la pareja, después de haberle muerto un tercero en un accidente de moto, vivía con el matrimonio, y no descartaba ayer que a su madre "quizás le dio algo". Según explicó, esta debía seguir un tratamiento médico y "a veces no lo tomaba". Este hijo había estado en casa de un vecino y se enteró de lo ocurrido cuando regresó a casa por la noche, al ver ambulancia y Guardia Civil. "Vi a mi padre con los brazos levantados y ya pensé que le había pasado algo a mi madre" relató.

Varios familiares de la víctima se acercaron ayer a casa del matrimonio: "Ella lo quería con locura", aseguran, y aunque en ocasiones la quisieron ayudar, él lo impedía. El detenido es natural de la parroquia de Pontellas, en Porriño, está jubilado tras trabajar como conductor de un camión hormigonera en una constructora de Mos. También se dedicó a la chatarra. Acumulaba enseres y basura en su finca. Si bien en los últimos tiempos había retirado gran parte de los residuos acumulados tras la intervención de la asistenta social del municipio que habría visitado el domicilio en varias ocasiones. Por su parte, Marina era natural de Tameiga, caminaba a diario varios kilómetros por recomendación médica, para controlar su alto colesterol. La víctima no sabía ni leer ni escribir, ya que desde pequeña se dedicó a lavar y a ayudar a sus padres en los trabajos de casa.

Por su parte, el Concello de Mos decretó tres días de luto oficial en un pleno extraordinario y suspendió todos los actos oficiales hasta el 2 de enero. Corporación y vecinos participaron en una concentración silenciosa.