Alejandro Fernández, el joven granadino condenado a cinco años de cárcel por pagar 79,20 euros con una tarjeta que resultó ser falsa, ingresó ayer voluntariamente en el centro penitenciario de Albolote (Granada) después de que no hayan prosperado las distintas acciones que emprendió para evitar este desenlace, entre ellas la petición de un indulto que el Gobierno le denegó.

El joven de 24 años, que llegó acompañado de sus familiares, indicó justo antes de entrar que no se va a "rendir" y que piensa "pelear", aunque sea ya recluso, por un cambio en un sistema que considera "injusto" y "antiguo". Fernández señaló que el caso se remonta a hace seis años, periodo en el que no ha cometido ningún delito. "He estado seis años esperando a que se haga justicia y ahora quieren que pague cinco más", lamentó.

Antes de su llegada a la cárcel, criticó que existan informes desfavorables de la Audiencia Nacional y de la Fiscalía a su indulto, que fue rechazado por el Consejo de Ministros el 18 de marzo, cuando él está "totalmente reinsertado en la sociedad", con un "trabajo y una vida estable". Asimismo, explicó que fue en 2010, con 18 años recién cumplidos, cuando se dirigió a Málaga con un amigo que le dio una tarjeta con su nombre y apellidos que resultó ser falsa, con la que pagó en un supermercado bebidas alcohólicas para su acompañante y un batido de chocolate para él, por los que pagó esos 79,20 euros. Él desconocía el fraude y que su amigo, hoy en busca y captura, perteneciera a un grupo dedicado a clonar tarjetas. "Era una persona de mi confianza, veinte años mayor que yo, y que me había ayudado mucho. Cuando me dijo que era una tarjeta monedero para no llevar dinero encima, con mi nombre, yo pensé que era verdad", sostuvo.

El joven fue condenado por un delito de tenencia de tarjetas de crédito o débito destinadas a su tráfico a cuatro años de cárcel, y a otro más por estafa.

A partir de ahora, "la lucha se centrará en que Alejandro permanezca en la cárcel lo menos posible", según informó ayer el abogado del joven.