La Guardia Civil sigue dando pasos en la búsqueda de la joven Diana Quer, de 18 años y desaparecida en A Pobra do Caramiñal el pasado día 22 por causas que todavía se desconocen. Tras más de una semana peinando la zona cercana a la vivienda de la chica, así como varios puntos del municipio coruñés, donde agentes de la Benemérita hicieron acopio de varias pruebas concretas que han ido aclarando un poco el misterio que rodea a la desaparición de la joven madrileña, ayer ampliaron el rastreo y solicitaron voluntarios para realizar batidas en busca de pistas que pudiesen aclarar su desaparición.

La ayuda de vecinos y conocidos de la familia ha sido de vital importancia a la hora de reconstruir los hechos, pero la propia Guardia Civil pedía cautela a la hora de lanzarse a buscar pistas ya que podrían, sin pretenderlo, manipular alguna prueba que resultase fundamental en la investigación. Tras más de una semana en el municipio, la Benemérita da el siguiente paso en la investigación.

Si en un primer momento la búsqueda fue más minuciosa, a partir de mañana será mucho más masiva. Así, a través de la página de Facebook del ayuntamiento se ha convocado una reunión a las 20.30 horas de esta tarde en el salón de plenos de la Casa Consistorial para organizar los grupos de las batidas. En principio, se prevé que solo sean durante la jornada de mañana, pero no se descarta que el viernes se repita el mismo operativo.

Lejos del municipio coruñés

En los últimos días, las autoridades y los servicios de búsqueda han peinado A Pobra do Caramiñal por tierra, mar y aire con el objetivo de encontrar alguna pista que pudiese indicar el paradero de la joven madrileña. Si bien, en la localidad coruñesa ya no se centran en la búsqueda de la propia Diana Quer, de la que piensan que ya está fuera de Galicia por todo el tiempo que ha transcurrido, no se atreven a descartar ninguna hipótesis.

En esta línea, los investigadores del caso han estado revisando las cámaras de seguridad del municipio para observar los vehículos que ese día entraron y salieron de A Pobra y comprobar si algunos mostraban evidencias de llevar en su interior a la joven madrileña.

Pese a que los agentes de la Guardia Civil han descartado algunas hipótesis -que la joven sea víctima de un secuestro con intereses económicos o que se haya quitado la vida-, las otras dos vías de investigación siguen plenamente abiertas. Desde la Benemérita aseguran que todos los pasos que se están dando giran en torno a las posibilidades de una marcha por voluntad propia o de una retención ilegal.

Su familia sigue apoyando está última hipótesis, aunque ayer, el padre de la desaparecida, Juan Carlos Quer, ya no rechazó de forma tajante, como en los primeros días de búsqueda, la posibilidad de que su hija se haya fugado. "No se puede descartar al 100% ninguna opción, pero nada hace pensar que sea así", dice refiriéndose a una desaparición voluntaria. "La situación emocional de la niña, sus últimos mensajes en un tono desenfadado o que no lo haya comunicado a sus amistades más próximas" son para él indicios de que está retenida de manera ilegal, al igual que el hecho de que "no tenga documentación, ni recursos económicos ni ropa".

Su DNI apareció en un bolso en su casa de veraneo, si bien los investigadores no descartan que la joven hubiese regresado a la vivienda después de las 02.30 de la madrugada del domingo 21 al lunes 22.

Juan Carlos Quer apunta que "es complicado que hubiese entrado en casa sin que su madre -que duerme en la habitación contigua y había dejado la puerta abierta- se diese cuenta, pero pudo hacerlo de forma sigilosa y cambiarse de ropa. Por otra parte, define a su hija como "una niña prudente" y "consciente del riesgo que puede existir" al ir caminado sola y de noche desde el centro de A Pobra hasta la casa de veraneo, un trayecto con algunos tramos lúgubres y sin apenas luz.

Seguimiento de su teléfono

La Guardia Civil, desde un primer momento, trató de hacer una reconstrucción de los hechos para intentar averiguar cuáles fueron los pasos que dio Diana Quer la noche de su desaparición, y por ello hizo un seguimiento pormenorizado de la actividad de su teléfono móvil. En los primeros días de la investigación se conoció que, en torno a las 02.40 horas, le envió un mensaje a un amigo madrileño alertándole sobre "un gitano" que la seguía y la llamaba con una frase similar a la de "ven aquí morena", aunque esa vía de investigación se cerró tras localizar e interrogar al sospechoso.

Sin embargo, los agentes de la Benemérita averiguaron poco después que el teléfono móvil registró actividad hasta casi una hora después del suceso.

Es por ello, y apoyados en los repetidores que hay en la zona, que la Guardia Civil da por hecho que alrededor de las 03.00 horas, Diana estaba de regreso en la feria, de la que se había ido minutos antes tras despedirse de sus amigos. Incluso han localizado varios mensajes de voz enviados por la joven en los que mantenía un tono normal.

Es justo ahí, en torno a las 03.30 h, donde se le pierde la pista definitiva y donde los agentes comienzan a tener dudas de los pasos que dio Diana, aunque parecen tener evidencias claras de que durante esa noche pasó por su domicilio e incluso se cambió de ropa. Los testimonios de algunas personas la sitúan en otras zonas del municipio hasta las siete de la mañana y, al parecer, vistiendo prendas distintas a las que se difundieron tras su desaparición.

La Guardia Civil espera seguir recopilando pruebas que permitan esclarecer que pasó con la joven a partir de las 03.30 h, y poder dar así con su paradero, desconocido desde hace nueve días.