¿Cómo afrontar la desaparición de un ser querido? ¿Cómo hace mella en una familia el paso de las horas y los días sin tener ninguna noticia sobre su paradero? A Diana Quer hace ya prácticamente dos semanas que se le perdió la pista. Y aunque este es un caso especialmente mediático, en España hay miles de personas que viven con la angustia de no saber nada de sus allegados. Los expertos coinciden en que la falta de una persona unida a la ausencia de elementos que permitan dar con ella es una situación de especial dureza. "La incertidumbre, no tener noticias de una persona, genera una gran tensión que es muy difícil de superar; el paso de los días en las desapariciones no suele invitar al optimismo y en la familia de cualquier desaparecido aparecen las dudas de no saber si esa persona continúa o no viva...", describe Juan Fernández Hierro, psiquiatra en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. La recomendación del especialista a quienes tienen que soportar un trance tan duro como este es que "sean capaces de canalizar sus emociones". "Que nunca se aíslen, que estén en comunicación con sus allegados, que sean capaces de hablar del tema sin que éste se convierta en un tabú...; hablar y poner los miedos encima de la mesa", afirma, añadiendo que en ocasiones se vuelve también imprescindible "la ayuda de los profesionales".

Como telón de fondo en el caso de Diana han salido a la luz los problemas familiares existentes en la familia a raíz del divorcio, que se evidenciaron del todo después de que, esta misma semana, un juzgado de Ribeira decidiese de forma cautelar retirar a la madre la custodia de Valeria, la hija pequeña, y concedérsele al padre. "Desconozco los conflictos que existían en el seno de la familia y en qué se basa la resolución judicial en la que se adopta esa decisión, pero no es extraño que la incertidumbre de la desaparición, el estrés de no saber lo que le ha pasado a un ser querido, provoquen que situaciones que estaban soterradas acaben saltando a la luz", opina.

Aunque Juan Fernández nunca trató en su consulta a familias de desaparecidos de casos con las peculiaridades del de la joven madrileña, sí atendió a viudas de marineros fallecidos en el mar cuyos cuerpos nunca aparecieron. "Aunque en estos casos desgraciadamente el desenlace es trágico, a veces se resisten a creerlo; en general en las desapariciones la gente se refugia en expectativas optimistas", afirma.

Ya volviendo a casos como el de Diana, Fernández Hierro ve lógico que su ausencia "conmueva", como ha ocurrido, a todo un país. "¿cuántas veces un adolescente pide permiso para ir a una fiesta o se producen las conversaciones de cómo van a volver a casa? El caso de Diana representa una situación que le podría pasar a cualquier familia", afirma.