En pleno día de Reyes Rafael Bugallo Piñeiro, O Mulo, escurridizo y veterano narco arousano de 59 años con una vida digna de película de acción, caía en uno de los golpes al tráfico de drogas más contundentes de los últimos años, derivado de la incautación a bordo del pesquero Coral I de un alijo de 1.245 kilos de cocaína. Aquello fue en enero de 2015 y ahora, más de año y medio después, la que se bautizó como Operación Visillo ya está más próxima a juicio. La Fiscalía Antidroga de la provincia de Pontevedra formuló escrito contra los 17 acusados de integrar la organización, solicitando penas que en global suman 336 años de cárcel y 7.225 millones de euros en multas. O Mulo y sus supuestos compinches de la rama arousana encargada de introducir la droga a través de las costas gallegas compartirán banquillo con tres colombianos del cártel exportador del estupefaciente que se habían trasladado a Galicia para controlar la entrega, así como con los 9 tripulantes venezolanos del pesquero que traía el alijo desde Sudamérica. La vista oral será el próximo enero en la Audiencia de Pontevedra.

La mayor pena se pide para Rafael Bugallo, también apodado Felo, al que se considera jefe del grupo. El fiscal antidroga Luis Uriarte solicita 24 años de cárcel y multas que suman 425 millones al atribuirle tres delitos. El primero, delito contra la salud pública en el que concurre el subtipo agravado de "extraordinaria gravedad" en atención a la cantidad de droga y uso de embarcaciones, cometido además en el seno de organización y ostentando la condición "de jefe o encargado" de la misma. Es reincidente. También le acusa de delito de coordinación y dirección de organización criminal, así como de tenencia ilícita de arma prohibida y de arma corta reglamentada.

Para el resto de procesados, la pena en cada caso es idéntica: 19 años y medio de prisión y misma sanción económica que O Mulo por delitos contra la salud pública y de integración en organización criminal. ¿Quiénes son? Con Bugallo estará en el banquillo a quien el fiscal considera su "mano derecha", el chileno Jaime Iván Bolados Geraldo, así como tres arousanos que estaban "al servicio y bajo" sus órdenes: José Benito Vieites Reboeiras y Pedro Miguel Brea Gago, vecinos de Cambados, y Juan Carlos Nogueira Oubiña, de Vilanova.

También están acusados los supuestos miembros del cártel colombiano que se habían trasladado a España para asegurar el negocio: el supuesto representante en este país, Jorge Iván Salazar, fue detenido en Madrid, pero falleció durante la instrucción judicial, por lo que a juicio irán los otros tres que estaban a sus órdenes, que se habían instalado en Vilagarcía: José Gerardo Holguín Romero, Over Alberto Vence Córdoba y Juan Manuel Ramos Alfonso. Por último, también irán a juicio los 9 tripulantes venezolanos del Coral I.

Para la Fiscalía, los 17 acusados, junto al fallecido Salazar, formaban parte de una "organización criminal" jerarquizada, cuyo jefe era O Mulo, cuyo fin era introducir cocaína en España, para lo cual contaban con medios sofisticados y "numerosas y complejas" medidas de seguridad para evitar el control policial: por un lado estaba el cártel colombiano exportador de la droga y por otro la rama gallega, importadora del estupefaciente y, señala, "encargada de hacer entrar la cocaína en la Unión Europea a través de las costas gallegas".