La Guardia Civil trabaja con la hipótesis de que unos sicarios se desplazaron expresamente a Pioz (Guadalajara) para acabar con la vida de los cuatro miembros de la familia de nacionalidad brasileña que este fin de semana fue hallada en el interior de la urbanización La Arboleda. Los cuatro murieron de forma rápida: los padres fueron descuartizados, mientras que los pequeños, de uno y cuatro años, fueron degollados. Se ha descartado que fuesen torturados.

Asesinos a sueldo

La familia había llegado huyendo de Brasil, sin que hayan trascendido los motivos. Vivieron primero en Torrejón de Ardoz y luego alquilaron el chalé de Pioz. El crimen debió producirse pocos días después de que se empadronasen en la pequeña localidad guadalajareña. En la vivienda apenas había muebles. En el salón, casi vacío, se encontraron unas grandes bolsas de basura, selladas con cinta aislante, en la que se guardaban los cadáveres.

Los investigadores se centran ahora en seguir el rastro de los responsables de este crimen para evitar que consigan fugarse del país. Por este motivo, una de las prioridades es analizar las cámaras de seguridad de esta urbanización con vigilancia, unas pesquisas que se suman a las biológicas que se vienen realizando desde la madrugada del domingo. La reconstrucción del truculento asesinato ha llevado a los investigadores a manejar como principal hipótesis la implicación de asesinos a sueldo.

Los investigadores, apuntan las citadas fuentes consultadas, se centran ahora en seguir el rastro de quienes accedieron en el último mes al chalé situado en la calle Los Sauces de esta urbanización. La investigación, que se ha decretado bajo secreto por orden del Juzgado de instrucción número 1 de Guadalajara, prosigue tras realizarse de urgencia la autopsia a los cuatro cuerpos encontrados. El Ayuntamiento de Pioz ha decretado dos días de luto oficial por el trágico suceso.