El empresario gallego Luis Fernández Conde, propietario de la cadena de tiendas Luis Sport en Canarias, fue degollado por su pareja sentimental de origen brasileño en la noche del lunes en Maspalomas, al sur de la isla de Gran Canaria. La Policía Nacional detuvo ayer al presunto asesino y a una segunda persona de nacionalidad española como cómplice por encubrimiento.

La Policía Judicial investiga las causas que rodean este asesinato, que pudo producirse por motivos pasionales, y que tuvo lugar en una almacén en la localidad turística. Unos ciudadanos alertaron a los agentes de la muerte del emprendedor, nacido en la provincia de Ourense, donde aún reside una hermana suya. Una vez en el lugar, encontraron su cuerpo sin vida en medio de un charco de sangre y con signos de violencia por las puñaladas. Luis Fernández recibió un fuerte golpe en la cabeza y después fue estrangulado con un cable, según algunas informaciones. El delegado del Gobierno en Canarias, Enrique Hernández, detalló que el supuesto autor trató de esquivar a los efectivos policiales que se personaron en el lugar para arrestarle, aunque en ese momento no hizo mención a la segunda persona detenida.

Luis Fernández era una persona muy conocida en el mundo de las prendas deportivas. Creció con la explosión económica vivida en Maspalomas, llegando a regentar una decena de locales. Aunque nacido en Galicia se consideraba un grancanario más. Había comenzado como camarero en el Centro Comercial de Puerto Rico, en Mogán hace unos 45 años. Trabajó luego en Playa del Inglés en una floristería, y en la década de los 80 se empleó en el mundo de la cerámica. Hasta que en el 1984 se aventuró en el negocio que le dio prosperidad. Llegó a gestionar una red de locales bajo la marca Luis Sport hasta que con su jubilación fue liquidando la empresa. Luis Fernández cogió hace año y medio las maletas y se fue a Brasil. Malas experiencias comerciales le hicieron regresar a Gran Canaria. Según algunos testimonios, recientemente llegó a Canarias el que era su actual pareja, de unos 20 años, que sería su presunto asesino.