La parroquia pontevedresa de Soutelo, en el término municipal de Salceda de Caselas fue el escenario del último caso de violencia de género. Pablo Fernández M., un obrero jubilado de 60 años intentó presuntamente estrangular a su mujer en la mañana de ayer. Se desconocen los motivos, pero el varón entró en la habitación conyugal y la agarró fuertemente por el cuello hasta que la creyó muerta. En este forcejeo la mujer, Hermosinda López, ama de casa de 57 años, pudo haberse golpeado la cabeza contra la pared o contra un objeto, por lo que acabó tendida en la cama sobre un gran charco de sangre. Supuestamente, su marido la dio por muerta, se dirigió al alpendre situado detrás de la vivienda matrimonial, colocó una cuerda en lo alto del cobertizo, se ató las manos a la espalda con una brida, introdujo su cabeza por el agujero de la soga y se ahorcó.

No solo la Guardia Civil sostiene esta teoría, sino que el propio fallecido lo reconoció en una de las dos notas que dejó escritas antes de morir. En una narra presuntamente ser el autor del estrangulamiento de su mujer. En la otra, pide que su entierro se lleve a cabo en la parroquia de San Xurxo. Pero se autoinculpó de un crimen que no llegó a cometer. Hermosinda López no falleció, quedó inconsciente tras la agresión y fue la llamada de móvil que le realizó una vecina la que permitió auxiliar de una manera pronta a la mujer.

Según informaron familiares y vecinos del matrimonio, que residía en la vivienda donde ocurrieron los hechos junto a sus tres hijos ya mayores de edad, una vecina y amiga de Sinda, como es conocida la víctima entre sus allegados, contactó telefónicamente con ella para avisarla de su intención de acudir a un centro hospitalario en la capital olívica. La mujer, que había recuperado mínimamente la consciencia, llegó a atender la llamada y profirió varias palabras pero con un tono de voz muy débil, según explicaron los familiares. Este episodio hizo sospechar a la vecina, por lo que acudió a la vivienda y se encontró a ésta en un charco de sangre.

Una vez se dio la alerta, en torno a las 11.00 horas, la Guardia Civil se personó en la vivienda unifamiliar de Soutelo y descubrió el cadáver del hombre, de 60 años. La mujer fue trasladada al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, donde ingresó en la UCI con una hemorragia cerebral. Tanto familiares de la mujer como otras fuentes oficiales consultadas afirman que está fuera de peligro.