Prisión provisional comunicada y sin fianza por dos delitos de homicidio en grado de tentativa es lo que decretó el titular del Juzgado número 3 de Ponteareas para José Luis Viéitez, el hombre que el pasado sábado agredió a su vecino Carlos Álvarez, de 44 años, y a su hija Jéssica de 22 con una desbrozadora en el lugar de Guindeiras, en la parroquia de Achas, A Cañiza. Mientras la joven se recupera favorablemente tras someterse a una operación quirúrgica en la que se le intentó reconstruir la cara y manos, el progenitor continúa en estado de muerte cerebral.

El detenido llegó a los juzgados pasadas las diez y media de la mañana en un coche de la Guardia Civil y minutos más tarde otra patrulla portó la desbrozadora con la que habría cometido los hechos. Tras cuatro horas en dependencias judiciales el detenido fue trasladado al penal de A Lama. Su defensa, ejercida por el abogado José Enrique Almuíña confirmaba la decisión del juez y explicó que su representado se acogió a su derecho de no declarar. A su salida, el fiscal encargado del caso aseguró haber solicitado prisión por dos tentativas de asesinato, tipificación que se modificaría en función de la evolución del herido, que se encuentra en muerte cerebral.

Quien sí testificó fue un vecino que presenció el suceso que terminó con los dos familiares en el hospital. Una disputa por lindes y derecho de pasos fue el motivo que desencadenó la tragedia. Por todos los vecinos de la zona era conocida la mala relación y enemistad entre ambos de años atrás, llegando otras trifulcas al juzgado y al Concello. Precisamente, según comentaron, aún estaba pendiente de celebrarse un juicio por un episodio similar, pero entonces había sido Carlos Álvarez el que había atacado con una barra de hierro a José Luis Viéitez. Este no vive en Achas, sino que heredó por parte de su mujer una casa en esta parroquia y a la que van algún fin de semana.

La mañana del pasado sábado, en un camino público al lado de las viviendas de ambos se desencadenó el suceso. José Luis V.A. persiguió presuntamente durante unos 50 metros a Carlos con la desbrozadora encendida a lo que la hija de este salió en su defensa y el agresor la golpeó con la máquina segándole dos dedos, los cuales consiguieron reimplantarle, y provocándole también lesiones en la cara y en la espalda, heridas por las cuales se recupera en el hospital Povisa de Vigo. Cuando el progenitor vio que su hija estaba siendo atacada fue a auxiliarla y fue cuando el detenido lo agredió en la cabeza. El golpe fue brutal y Carlos perdió mucha sangre, siendo trasladado en un helicóptero medicalizado al hospital Álvaro Cunqueiro, donde permanece ingresado desde el sábado.