Los Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León llevaban desde el miércoles 26 de julio haciendo un seguimiento a la situación de la niña de cuatro años fallecida ayer en Valladolid, después de que la Fiscalía recibiera un parte médico en el que se apuntaba la posibilidad de que sufriera malos tratos.

El gerente de los Servicios Sociales del Gobierno autonómico, Carlos Raúl de Pablos, ha explicado, en declaraciones a Efe, que el 21 de julio recibieron una notificación de la Fiscalía de Menores en la que le pedía que investigará un posible caso de violencia y abusos sobre una niña de cuatro años en Valladolid.

Fue un parte médico de un hospital en el que fue atendida la menor días antes el que puso sobre la pista a la Fiscalía, que comunicó esta situación a los Servicios Sociales de la Junta, que inició el protocolo para este tipo de casos.

Así, el pasado miércoles 26, técnicos de los Servicios Sociales mantuvieron una reunión con la madre, de unos 35 años, y sus dos hijas, de cuatro y doce, en la Gerencia de Valladolid, donde acordaron mantener una segunda reunión, pero esta vez en la casa donde residían.

Esa cita se cerró para dos días más tarde, el viernes 28 de julio, pero la madre llamó el día antes para comunicar que, por motivos laborales no podría realizar esa entrevista, que fue aplazada al martes 1 de agosto. Ese día, cuando los técnicos acudieron a la vivienda, nadie se encontraba dentro, lo que les alertó.

Fue al día siguiente, el miércoles 2 de agosto, cuando la menor ingresó en parada cardiorrespiratoria en el hospital clínico de Valladolid, momento en el que la Junta se hizo cargo de la tutela de las dos menores. Finalmente, la niña de cuatro años falleció al día siguiente, el jueves 3 de agosto, y su madre, como su actual pareja, fueron detenidos por su supuesta relación con los hechos.