Juzgados de Instrucción de Vigo, o Cambados, agentes de la Unidad del GRECO Galicia o del Equipo Contra el Crimen Organizado de la Guardia Civil, el servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencias Tributaria y los Cuerpos Nacionales de Policía de varios países son los responsables de los grandes golpes contra el narcotráfico con Galicia como destino o centro de operaciones. Desde principios de año numerosas actuaciones contra bandas y grupos criminales han permito el decomiso de más de 12.000 kilos de cocaína y la desarticulación de estos clanes asentados en el territorio gallego. La últimas de estas operaciones se llevó a cabo esta semana y si bien continúa abierta y con las actuaciones secretas, suma ya un total de 880 kilos de droga, cuatro detenidos, tres de ellos en la comunidad y registros en varias provincias del sur de Pontevedra.

Uno de los golpes más importantes fue el que tuvo lugar en la ciudad olívica donde una pionera operación frustró los planes de una organización criminal colombiana: el cártel de los Boyacos. Juan Carlos Carballal, titular del Juzgado de Instrucción 4 de Vigo, dirigió este golpe antidroga se saldó con el decomiso de 2.000 kilos de coca y la caída de un peligroso clan asentado en Galicia con dos de sus supuestos máximos cabecillas, El Loco y El Mono. La banda pretendía encargarse de todo el negocio: desde el transporte de la droga hasta las costas gallegas hasta su distribución en coches por España. Fueron detenidos un total de 24 personas de los que 16 ingresaron en prisión provisional, si bien muchos de ellos lograron la libertad provisional. Parte de la causa sigue secreta.

Frente a las incautaciones por vía terrestre, destacan también las aprehensiones en alta mar. La denominada operación Ciclón marino permitió incautar 5'5 toneladas de estupefaciente a bordo del buque Kraken I, en el que fue detenido un vigués que ejercía supuestamente como garante de la mercancía. Su primo y otro vecino de Pontevedra fueron arrestados en tierra. El mercante fue abordado en Ecuador con destino Galicia como puerta de entrada en Europa y distribución de la misma a cargo de una red gallega. El valor de los fardos ascendía a los 250 millones de euros.

Con rumbo a las Rías Baixas fueron interceptados otras dos embarcaciones que partían desde sudamérica. En mayo de este año fue interceptado un navío desde Venezuela cargado con 2.400 kilos de coca. La investigación, iniciada a raíz del estudio del Greco de la Policía Nacional a una red gallega, derivó en la aprehensión tan solo un mes después de otro buque de nombre Petra y bandera venezolana con 1,2 toneladas de esta droga.