La víctima del violento asalto a una vivienda de Elda, en el que el hijo de acogida de su pareja (8 años) falleció en extrañas circunstancias, declaró a los agentes que los agresores realizaron varias fotografías antes de emprender la huida. Ella había sido golpeada y le habían puesto una bolsa en la cabeza pero pudo distinguir el característico destello de luz que produce el flash de las cámaras fotográficas. Así se lo indicó a los agentes y es otro de los muchos flecos que están siendo investigados. En los dos últimos meses habían recibido en el buzón notas anónimas con dibujos que abrirían otra línea de investigación: la de un ajuste de cuentas o una extorsión, porque los asaltantes no se llevaron nada. Los agentes están revisando de forma minuciosa todas las cintas de las cámaras de seguridad de los comercios, bares y oficinas de la calle donde se produjo el terrible suceso.