La cifra de muertos por el terremoto del pasado jueves en México se elevó ayer a 90 después de que el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, informara de una nueva actualización de víctimas mortales: 71 solo en este Estado, el más afectado por el seísmo, originado frente a las costas del estado suroriental de Chiapas. La cifra aumentará con toda seguridad, según las autoridades. Hay otros quince muertos en Chiapas y otros cuatro en Tabasco.

El municipio oaxaqueño de Juchitán de Zaragoza sigue siendo el más castigado con alrededor de 60 muertos, cifras que siguen siendo provisionales. En Juchitán más de cinco mil viviendas han resultado dañadas.

La capital, amenazada

El Servicio Sismológico Nacional (SSN) indicó en su informe más reciente que hasta la medianoche del sábado se habían producido 846 réplicas del sismo de magnitud 8,2. La que más preocupó fue una de inusual magnitud: 2,6 grados registrada hacia las diez de la noche, hora local, al sureste de Tlalpan, en Ciudad de México, no tanto por su escala como por la cercanía a la capital federal.

Se desconoce si este temblor se relaciona con el del jueves, pero ambos comparten la peculiaridad de que se produjeron en el interior de sus respectivas placas tectónicas (la de Cocos en el caso del registrado frente a Chiapas, y la de Norteamérica en el temblor de Ciudad de México), y no en las fronteras entre placas, donde suelen originarse.