Las autoridades de México elevaron a 92 la cifra de víctimas mortales por el terremoto de 7,1 grados en la escala de Richter que sacudió ayer con violencia el centro del país. De acuerdo con un balance preliminar de las autoridades estatales, 54 muertes se registraron en el estado de Morelos, 13 en Puebla, ocho en Estado de México y cuatro en la capital.

El secretario de Gobierno de Morelos, Matías Quiroz, informó de la muerte de 54 personas en ese estado del centro de México, en el que el municipio de Jojutla fue "el que mayor impacto ha tenido".

El Servicio Sismológico Nacional (SSM) ha estimado en 7,1 la magnitud de este seísmo registrado a las 13.14 (hora local), cuyo epicentro ha situado a 12 kilómetros de la localidad de Axochiapan, situada en el estado de Morelos, aparentemente el más afectado.

"Mi abrazo solidario a familiares. Estamos atendiendo a familias. Nuestra fortaleza unidos", ha escrito el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, en Twitter, junto a una tabla con el número de fallecidos y la localidad donde han perdido la vida.

Por otra parte, el gobernador del estado de México -donde se encuentra la capital-, Alfredo del Pazo, ha confirmado cinco fallecidos, mientras que el alcalde de la ciudad de Puebla, Luis Banck Serrato, ha cifrado en tres las víctimas mortales en esta localidad, según medios locales.

El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, ha anunciado en Twitter su regreso "inmediato" a Ciudad de México tras las primeras noticias sobre los temblores. El mandatario también ha convocado el Comité Nacional de Emergencias "para evaluar la situación y coordinar acciones".

"Importante evitar circular por calles y avenidas para permitir el paso a los vehículos de emergencia", ha añadido Peña Nieto, que ha recomendado desconectar la luz y cerrar el gas a quienes regresen a sus viviendas. Asimismo, les ha pedido que "revisen si presentan daños".

El presidente ha confirmado en una entrevista a Televisa el despliegue de unos 3.000 militares en la capital, donde se han venido abajo al menos 29 edificios. Un gran número de voluntarios se ha sumado a las tareas de desescombro en busca de posibles víctimas, ya que las autoridades locales teme que haya un gran número de personas atrapadas.

Los medios locales también han difundido imágenes de daños y afectaciones en algunas de las principales infraestructuras de transporte. Entre otros efectos, la autopista que conecta México con Acapulco ha quedado inutilizada en uno de sus tramos y el aeropuerto de la capital ha suspendido las operaciones para revisar las pistas.

Ciudad de México también ha quedado convertido en un caos circulatorio por el fallo en un gran número de semáforos y por el corte de algunas calles. La Comisión Federal de Electricidad estima que 3,8 millones de clientes se han quedado sin suministro debido a lo temblores.

La magnitud del seísmo ha derivado en mensajes de apoyo por parte de líderes internacionales como el colombiano, Juan Manuel Santos, que ha expresado su "solidaridad" con el Gobierno y el pueblo mexicano. También se ha pronunciado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump: "Dios bendiga al pueblo de Ciudad de México. Estamos con vosotros".

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha trasladado su apoyo y su solidaridad a México y ha dicho seguir "con atención" la información sobre los daños materiales y humanos que el potente terremoto ha causado, según ha escrito en un mensaje en su cuenta personal de Twitter.

El terremoto ha tenido lugar poco más de una semana después de otro de magnitud 8,2 en la escala de Richter que dejó más de un centenar de muertos en los estados de Oaxaca, Chiapas y Tabasco.