Días después del peor tiroteo masivo en la historia reciente de EEUU, hay más preguntas que respuestas sobre la figura y el móvil de Stephen Paddock, que mató a 58 personas el domingo en Las Vegas (Nevada) y podría -según la policía- haber contado con ayuda en la preparación del ataque.

Las autoridades recuperaron 47 armas de fuego en tres localizaciones: la habitación del hotel Mandalay Bay desde donde Paddock abrió fuego y dos residencias a nombre del atacante, en Mesquite y Reno, ambas en Nevada. Además, este jubilado tenía unos 22 kilos de explosivos y cerca de 1.600 balas en su automóvil.

"¿Creen que todo eso lo consiguió por sí solo?", se preguntó el alguacil del condado, Joe Lombardo, en conferencia de prensa. "Hay que asumir que, en algún momento, debió de contar con ayuda", agregó.

"Es preocupante que este individuo fuera capaz de mover esa cantidad de material a una habitación sin ayuda. Es preocupante pensar en la cantidad de material que tenía en ambas residencias", insistió. A ese respecto, agentes de la investigación dijeron ayer al portal ABC News que creen que Paddock fue visto con una mujer, que no era su pareja, en los días previos a la noche del domingo, cuando tuvo lugar la tragedia, cuyas cifras oficiales fueron actualizadas a 59 muertos (incluido el autor de los hechos) y 489 heridos, de los cuales 317 ya han sido dados de alta.

Los investigadores están tratando de identificar a esa mujer y tienen interés en hablar con ella para comprobar si tiene algún conocimiento sobre las intenciones de Paddock. Los motivos del atacante siguen siendo una incógnita.

"Lo que sabemos es que Paddock era un hombre que pasó décadas adquiriendo armas y munición, y llevando una vida secreta que nunca será completamente entendida", indicó Lombardo.