La policía alemana desactivó ayer la alarma en Múnich tras confirmar la detención del autor del ataque con cuchillo perpetrado por la mañana en Múnich, en el que ocho personas fueron agredidas y cuatro de ellas resultaron heridas leves, y dijo que probablemente se trate de un "perturbado mental".

"Para la población ya no existe peligro alguno", aseguró en una rueda de prensa el director de la policía de Múnich, Hubertus Andrä, quien añadió que no existen dudas respecto a que el sospechoso detenido previamente en relación con el ataque es efectivamente el autor del mismo.

Se trata de un ciudadano alemán de 33 años y con antecedentes policiales por lesiones físicas graves, robo y delitos de drogas.

La policía, que al detener al hombre se incautó de un cuchillo, no ha podido averiguar los motivos que llevaron al autor a llevar a cabo las agresiones, ya que se niega a prestar declaración.

Perturbación mental

No obstante, Andrä subrayó que "no existe indicio alguno de un trasfondo terrorista" o de que el autor hubiera actuado por motivaciones políticas y apunto más bien a una "perturbación mental" del agresor.

El presidente de la policía precisó que un total de ocho personas fueron agredidas: seis hombres -cuatro de ellos de nacionalidad alemana, un rumano y un italiano-, así como una mujer alemana y un menor, de 12 años.

Se trata, según Andrä, de "víctimas casuales, que el autor escogió de manera aleatoria".

Precisó que el agresor actuó "en solitario" en hasta seis puntos de la ciudad y habló de un "recorrido considerable". Los heridos, leves, recibieron tratamiento ambulatorio, agregó. La primera agresión se produjo a las 8.34 hora local y la última noticia del autor de los ataques llegaba una hora más tarde, a las 09.33, precisó.

El sospechoso fue detenido finalmente hacia las 11.44 en la calle Ottobrunner Strasse, en el este de Múnich, indicó Andrä, quien agregó que en el operativo participaron hasta 500 agentes.

Previamente, el portavoz de la policía de Múnich, Marcos da Gloria Martins, había informado de la detención de un sospechoso, a la espera de determinar si se trataba efectivamente del autor de los ataques con cuchillo, del que dijo que actuó "en solitario" en hasta seis puntos de la ciudad.

Agregó que el agresor actuó "con prisas", por lo que no llegó a ensañarse con sus víctimas. Previamente, los bomberos habían confirmado hasta cinco heridos leves al ser atacadas con un cuchillo por un hombre que tras la agresión se dio a la fuga. En sucesivos mensajes, la policía llamó a la población a permanecer en sus casas y evitar tanto la zona en torno a la Rosenheimer Platz, como la estación de trenes del este y el parque Ostpark, mientras el agresor seguía huido.

El agresor, de unos 40 años, corpulento, rubio oscuro, de pelo corto y sin afeitar, iba vestido con un pantalón gris y una chaqueta de chándal verde, llevaba una mochila y una colchoneta isotérmica, y huyó en una bicicleta negra.

En julio del año asado, un joven de 18 años mató a nueve personas antes de suicidarse en un centro comercial de Múnich en un ataque sin trasfondo yihadista.