La Policía Nacional se incautó de 1,2 toneladas de cocaína al desarticular una organización criminal asentada en Reino Unido y en España, que utilizaba un recinto en Zarautz (Guipúzcoa) donde se ocultaba la droga en un zulo soterrado. El comisario principal, Eugenio Pereiro, destacó que es "excepcional" encontrar un alijo bajo tierra en España. "Nos recuerda a los métodos de los narcotraficantes de Colombia", añadió. Asimismo, estimó que la cantidad intervenida vendida al por mayor supondría unos ingresos de 40 millones de euros, mientras que vendida por dosis elevaría la cuantía a los 120 millones de euros.

Según informó la Policía en una rueda de prensa en el complejo municipal de Canillas, la operación se saldó con cinco detenidos, tres de los cuales son británicos y fueron arrestados en un almacén situado entre las carreteras de Almuñécar y Salobreña (Granada), y los otros dos, españoles y detenidos en Zarautz. Todos forman parte de un grupo organizado que se dedicaba al tráfico de drogas internacional y se les intervino "uno de los mayores alijos en suelo español".

La investigación comenzó en el año 2016 en lo que supuso "una operación de alto coste", según el responsable del operativo, Blas García. El modus operandi de la red criminal consistía en introducir y almacenar "grandes cantidades" de estupefaciente en el norte de España y trasladarlo posteriormente al sur de la Península Ibérica, desde donde era distribuido en partidas menores a Reino Unido y también entre otras organizaciones criminales de España.