La madre de la niña de dos años que fue degollada por su padre ayer en Alzira (Valencia) había abandonado el domicilio para ir a denunciar unas amenazas, según explicó ayer a los periodistas una compañera de trabajo, y no se llevó consigo a su hija porque estaba durmiendo.

Tanto esta mujer como la tía de la niña fallecida confirmaron que la madre tenía intención de separarse del presunto asesino porque "no se llevaban bien como pareja". "Ella nunca nos dijo que le pegara, porque lo hubiésemos denunciado", explicaron ambas mujeres, que también aseguraron que el agresor solía comportarse bien con la niña.

Por otra parte, el alcalde de la localidad, Diego Gómez (Compromís), explicó a los periodistas que ni la Policía Local ni los servicios sociales tenían constancia de ninguna denuncia.

"Es una pareja joven, de origen rumano, que se trasladó a Alzira. Llegaron con su hija, se empadronaron hace más de un año. En abril de 2016 requirieron una ayuda puntual para un tema de vivienda", dijo el alcalde, tras informar de que la madre de la niña se encuentra "protegida en un entorno familiar".

El presunto asesino, de nacionalidad rumana, regresó ayer a su domicilio para hacer una reconstrucción del crimen. Fue recibido por medio centenar de vecinos con gritos de "púdrete" y numerosos insultos. La Policía escoltaba al acusado, que iba con la cara descubierta. Los agentes investigan si el asesinato de la niña fue una "venganza" contra la madre, después de que ésta le anunciase que iba a romper con él.