La Guardia Civil de Gijón tomó declaración en calidad de investigado a un vecino de Polanco (Cantabria) al que se le intervinieron 1,3 kilos de angulas, para cuya pesca no tenía licencia, cuando se disponía a venderlas en un establecimiento hostelero de la localidad asturiana de Bustio. El hombre, de 41 años y que cuenta con numerosos antecedentes por furtivismo, fue interceptado cuando trasladaba las angulas en un caldero en el interior de una bolsa.