Un jurado popular declaró ayer culpable de asesinar a su mujer a un octogenario de Narón, Juan Fraga, tras el juicio repetido a lo largo de esta semana en la sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña. La Fiscalía y la acusación popular, ejercida por la Xunta, pedían quince años de prisión para el hombre, acusado de homicidio, una pena que aumenta veinte años la acusación particular, ejercida por su hijo, al considerar que fue un asesinato con alevosía y ensañamiento, mientras que la defensa solicitaba la libre absolución. La Audiencia Provincial deberá emitir ahora su sentencia, en la que concretará la pena que se impone al condenado.

Los nueve miembros del jurado consideraron que concurren la circunstancia agravante de alevosía, lo que es suficiente para que se considere que asesinó a su mujer el 29 de diciembre de 2015, tras 57 años de matrimonio. En concreto fueron ocho de los nueve miembros del jurado los que entendieron la existencia de la alevosía, que marca la diferencia entre homicidio y asesinato, por lo que quedó aprobada la tesis, que al ser desfavorable al procesado necesitaba de, al menos, siete votos.

Consultados por la posibilidad de que el acusado sea indultado, pues tiene ochenta años y afirma que desde su ingreso en prisión provisional no ha salido de la enfermería porque necesita tratamiento médico, los integrantes del jurado se mostraron contrarios a esta opción.

Las acusaciones sostuvieron durante el proceso que el acusado se había levantado aquel 29 de diciembre de hace dos años muy temprano para matar a su mujer, a la que acuchilló en la cara y degolló mientras dormía. Explicaron que hizo coincidir este crimen con el cumpleaños de un hombre que supuestamente era novio del acusado, según aseguró el hijo de este.

La defensa, en cambio, nota muchos "prejuicios" en esta circunstancia y durante el proceso negó la relación homosexual, pues el propio encausado mantiene que el otro hombre, con el que compartió aquella mañana antes de que se descubriese el crimen de la esposa, era simplemente un amigo, como dice que conocía y aprobaba toda su familia.

El acusado mantuvo en todo momento que cuando salió de casa aquella mañana dio a su mujer una pastilla -un protector de estómago- y un beso antes de ir a comprar el pan y a tomar café con su amigo, como era habitual cada día. Al llegar al mediodía a su domicilio, según su versión, encontró el cadáver de su mujer lleno de sangre y dio por hecho que estaba muerta, presumiblemente como consecuencia de un robo que alguien había perpetrado en su domicilio, aunque posteriormente se encontraron algunas de las joyas desaparecidas en su coche.

En el juicio anterior Juan Fraga ya había sido considerado culpable del asesinato de la mujer, aunque el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ordenó la repetición del proceso, culminado ayer con este veredicto que será completado con la sentencia, que decidirá la pena de prisión.