Efectivos de la Guardia Civil ha desarticulado una trama de tráfico de armas con implantación en numerosas provincias españolas que se dedicaba a transformar armas detonadoras para efectuar fuego real en una operación llevada a cabo en una veintena de provincias y que ha supuesto la detención de 26 personas, entre ellas un hombre residente en la localidad coruñesa de Carral, al que le fue decomisada un arma de fuego.

La denominada por los investigadores como operación Balín, desarrollada en dos fases diferentes, se ha saldado a nivel nacional con estos 26 arrestados y 17 investigados, con la intervención de 126 armas de fuego y 6.000 cartuchos metálicos, según ha informado la Guardia Civil en una nota de prensa enviada a los medios de comunicación. La investigación comenzó en Sevilla en noviembre de 2016, cuando se detectaron varios anuncios en portales de internet en los que "bajo diferentes subterfugios" se ofertaba la venta de armas detonadoras transformadas para efectuar fuego real, además de munición de proyectil para las mismas.

La Guardia Civil descubrió que el autor de estos anuncios era un vecino de Sevilla de 53 años que se dedicaba a adquirir de forma masiva en diferentes establecimientos de España armas detonadoras que posteriormente sus compradores manipulaban para que pudieran disparar munición con proyectil, siguiendo sus instrucciones por teléfono o a través de una red social. Este hombre también facilitaba a los compradores elementos e instrucciones necesarias para la fabricación artesanal de la munición.

En la segunda fase de la investigación, desarrollada el pasado mes de noviembre, se detuvo o imputó a otras 27 personas, con 30 entradas y registros en domicilios, en los que se intervinieron 67 armas de fuego, 4.570 cartuchos metálicos, tres detonadores eléctricos de explosivos, 250 gramos de pólvora y dos silenciadores.

La investigación, dirigida por el juzgado de instrucción número uno de Sevilla se desarrolló en Sevilla, Jaén, Huelva, Cádiz, Córdoba, Granada, Almería, Madrid, Barcelona, Ciudad Real, Gijón, Murcia, Badajoz, Zamora, Vizcaya, Guipúzcoa, Álava, Valencia, La Rioja, Guadalajara, Zaragoza y A Coruña. A los detenidos se les han imputado los delitos de tráfico de armas, tenencia ilícita y depósito de armas, depósito de municiones, depósito de explosivos y tráfico de drogas.

La Guardia Civil ha explicado en su comunicado de prensa que las armas detonadoras transformadas para efectuar fuego real son igual de letales y tienen las mismas características que un arma original, por lo que están prohibidas.