La Guardia Civil está revisando las cámaras de seguridad que pudieron grabar a la mujer que supuestamente derramó un líquido abrasivo que causó quemaduras a dos jóvenes en el asiento de un autobús y ha remitido una muestra a laboratorio para determinar su composición.

Según han informado fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil, la investigación continúa con esas gestiones y por el momento no se sabe qué sustancia causó las heridas ni quién es la mujer a la que presuntamente se le cayó en un asiento del autobús línea 185 de los autobuses interurbanos que realiza el trayecto Madrid-Algete.

Los hechos tuvieron lugar los días 11 y 12 de diciembre en la citada línea y transcurrieron de forma similar, según confirmaron a Efe la Guardia Civil y las madres de los dos chicos.

El lunes día 11 una chica de 18 años que volvía de la universidad a su domicilio en Algete tomó asiento en el autobús, lo notó mojado y se cambió inmediatamente de sitio

Poco después, cuando pasaba por el hospital de La Paz, según ha relatado a Efe su madre, notó que le ardían las nalgas. De hecho, la sustancia quemó el pantalón que llevaba la joven.

Tuvo que ser intervenida en el citado hospital de las lesiones, que eran bastante profundas, ya que la sustancia, previsiblemente un ácido, le ha llegado a quemar la grasa de la zona afectada. Seguramente, la chica tendrá que permanecer ingresada hasta el viernes.

Tras el suceso, la madre de la joven interpuso una denuncia en el puesto de la Guardia Civil de Algete, al igual que la progenitora del otro chico afectado, que reside en Cobeña, localidad incluida en la ruta de esa línea de autobús.

Porque fue al día siguiente, el martes por la mañana, cuando el chico, de 17 años, que acudía al instituto se sentó y notó el asiento mojado. Al levantarse, vio una sustancia pegajosa y negra.

Se bajó inmediatamente del autobús, entró en un baño y comprobó que tenía el glúteo quemado, por lo que se trasladó a un centro de saludo donde le hicieron las primeras curas de unas quemaduras de tercer grado.

Nada más enterarse, la madre del joven avisó a la compañía de autobuses del suceso y después denunció los hechos ante la Guardia Civil.

Según ha señalado a Efe esta mujer, la compañía ha explicado en un primer momento que se le derramó líquido a una pasajera y avisó al conductor, aunque en una segunda versión ha precisado que esa pasajera no lo comunicó.