La Guardia Civil ha regresado a A Pobra do Caramiñal cuando se cumple un año de la desaparición de Diana Quer en busca de pistas que ayuden a arrojar luz a la investigación. Así, durante la madrugada de ayer agentes de paisano recorrieron el camino que la joven madrileña habría realizado -desde la verbena de la fiesta- en dirección a su casa, a la que nunca llegó. El último dato sobre su paradero se ubica en el paseo do Areal, a la altura de una pizzería, donde fue vista por unos testigos por última vez. Se trata de una zona alejada del bullicio de la fiesta y muy poco transitada de madrugada.

La reconstrucción de la desaparición se realizó la noche del domingo al lunes de las fiestas del Carme dos Pincheiros, la misma en la que desapareció Diana. La imagen que ofrecían las calles de A Pobra eran una buena prueba de que este mediático caso no ha afectado al turismo del municipio barbanzano. Incluso podría decirse que había más gente disfrutando de las fiestas que en anteriores domingos de Pincheiros, tanto en la verbena (protagonizada por la orquesta Tango y después por D´Lider) como en la zona de las atracciones de feria o en las terrazas y locales hosteleros de la localidad.

Si bien la desaparición de la joven madrileña de 18 años sigue presente entre los vecinos y turistas de A Pobra, las fiestas transcurrieron con total normalidad. Tanta que el domingo apenas hubo presencia de la Guardia Civil en las calles, a diferencia del viernes y, sobre todo el sábado, cuando varias patrullas uniformadas del Grupo Rural de Seguridad (GRS) se desplegaron en la zona de las atracciones -en pleno centro del municipio- y en el campamento de las caravanas de los feriantes -en una calle paralela al paseo do Areal en el que se le perdió la pista a Diana- para proceder a su identificación y por tanto saber qué comerciantes no repitieron este año en el Carme dos Pincheiros.

Los agentes secretos todavía continuaban ayer por la tarde en A Pobra, donde se sirvieron de las oficinas de la Guardia Civil ubicadas detrás del consistorio para proseguir con la investigación. Durante estos días de estancia en A Pobra el dispositivo de la Benemérita no requirió la colaboración de la Policía Local ni tampoco de la agrupación de Protección Civil del municipio.

Hoy se cumple exactamente un año sin noticias del paradero de Diana Quer, una madrileña de 18 años que veraneaba en A Pobra con su madre y con su hermana. El domingo de Pincheiros salió por la noche y nunca más se supo de ella. Unos testigos la vieron caminando en dirección a O Xobre -parroquia en la que residía- desde la terraza de una pizzería del paseo do Areal. Los pasos que dio después ya resultan más confusos. Habló por Whatsapp a un amigo de Madrid al que le escribió que una persona de raza gitana le estaba diciendo "morena ven aquí", pero lo que pasó después continúa siendo una incógnita.

El teléfono móvil es por el momento la única prueba tangible del caso. Aunque su hallazgo abrió una nueva línea de investigación, por ahora su contenido no ha ofrecido información relevante.