El hombre detenido ayer por la Guardia Civil por un presunto intento de secuestro a una mujer en Boiro es José Enrique Abuín Gey, apodado El Chicle.El Chicle Tiene 41 años y vive en la parroquia rianxeira de Taragoña, aunque es natural de Asados, otra aldea de Rianxo.

En la casa que compró en Outeiro (Taragoña) hace unos ocho años vive con su mujer y su hija adolescente, con la que comparte afición al running. De hecho ambos corren en el Club de Atletismo +9 de Moraña.

El Chicle es un viejo conocido por las fuerzas de seguridad, pues arrastra un historial delictivo en el que figuran antecedentes por tráfico de drogas, lesiones o agresión sexual. También expedientes de la Consellería do Mar por furtivismo (marisqueo ilegal).

Su mujer, también detenida ayer por la Guardia Civil, es Rosario R.F., de A Estrada, concretamente de la parroquia de San Miguel de Barcala. Tiene cuatro hermanos, entre ellos una gemela que según sostienen vecinos actuales del matrimonio, habría denunciado a El Chicle por supuestos abusos.El Chicle

En relación a sus antecedentes por narcotráfico, destaca su detención y entrada en prisión en agosto de 2007 en el marco de la operación Piñata, donde también cayó R. Rivas, uno de los cabecillas de Os Fanchos, un clan afincado en el municipio barbanzano de A Pobra do Caramiñal.

Enrique Abuín fue interceptado en Lalín, en un turismo con placas madrileñas, en el que funcionarios antidroga de la Guardia Civil se incautaron de dos kilogramos de cocaína. Un vigués de 60 años viajaba en un vehículo de alta gama posiblemente realizando labores de lanzadera para el coche que ocupaba El Chicle. La operación se saldó con varios detenidos, 19 kilos de cocaína, nueve de hachís, 23.000 euros en efectivo, tres vehículos y una prensa. En aquel momento, el año 2007, El Chicle ya había sido investigado por distintos delitos como agresión sexual y lesiones.

Cuando salió de la cárcel, el rianxeiro trabajó un tiempo en un astillero. Los vecinos desconocen si en la actualidad tenía una ocupación laboral, puesto que José Enrique y su mujer apenas se relacionaban con el vecindario de Outeiro.