496 días de búsqueda que culminaron el pasado día 30 de diciembre con la confesión de José Enrique Abuín. El Chicle, arrestado por un intento de rapto de una joven en Boiro -a punta de cuchillo quiso meterla en el maletero de su coche, según relató la propia víctima-, perdió la partida cuando su mujer se retractó y tumbó la coartada de la noche que desapareció Diana Quer. Los agentes se dirigieron hasta la nave abandonada de Asados, en Rianxo, y allí encontraron el pozo con los restos de la joven madrileña. Junto a ella, el cuerpo desnudo, había una brida de plástico, dos ladrillos de cemento y su bolso.

Esta es la cronología de aquella madrugada del 30 de diciembre:

  • 23.30 horas: su mujer Rosario R.F. ha quedado en libertad y le ha retirado la coartada para la noche del 22 de agosto de 2017, cuando desapareció Diana Quer. En aquel momento, la Guardia Civil tenía ya a Abuín en el punto de mira, pero el escudo de su mujer les impidió avanzar. Cuando se le comunica que su mujer le ha dejado solo, El Chicle se derrumba y pide a gritos desde el calabozo declarar. Los agentes llaman a su abogado.
  • 01.00 horas: José Ramón Sierra se presenta en la Comandancia de la Guardia Civil. El Chicle confiesa por fin en presencia de su abogado que arrojó el cuerpo de la joven a un pozo de la nava abandonada de Asados, en Rianxo.
  • 03.40 horas: la Guardia Civil acordona el lugar. No es un sitio público, sino una planta privada. El Chicle les lleva hasta el depósito de agua potable, un cilindro de 10 metros de profundidad donde una cámara detecta un cadáver. Momentos antes, uno de los perros especializados había marcado la señal en la arqueta por donde arrojaron el cuerpo.