Carmen Lamela sostiene que Sito Miñanco tenía infiltrados en las fuerzas de seguridad, cuyos chivatazos le ayudaban a introducir la droga con impunidad. A este respecto, el excomisario de Vilagarcía, y exresponsable de la Udyco de la Policía Nacional en Galicia, Enrique León, afirmó ayer que la existencia de informadores "no es una cosa exagerada". "Esto no es Colombia, ni Venezuela, ni México", destacó, para incidir después en que "estos casos pueden darse, pero son esporádicos". Además, aseguró que en muchos casos la existencia de estos soplones es descubierta de forma interna.

El excomisario gallego, que es también vicepresidente de la Fundación Galega contra o Narcotráfico, recordó que estos días se celebró un juicio contra dos guardias civiles acusados de proporcionar información sobre dispositivos a narcotraficantes. Por ello, atribuyó la "resonancia mediática" de estos casos a que, precisamente, "son muy esporádicos", aunque admitió que "el peligro puede existir".

Enrique León lamentó que "el dinero es muy goloso", pero manifestó que los cuerpos de seguridad cuentan con suficientes medios de control para detectar estos casos, y que los departamentos de asuntos internos "actúan inmediatamente cuando saltan las alarmas".

León se refirió también a la polémica sobre si los capos se arrepienten o no de sus delitos. "El propósito de enmienda para estos señores no existe", manifestó. "En el 99,9% de los casos de personas implicadas en redes de delincuencia organizada no hay arrepentimiento ni propósito de enmienda". En su opinión, solo muestran arrepentimiento "para conseguir beneficios para su condena".

Finalmente, pidió prudencia a la hora de dar por desarticulada una banda. "Siguen con sus contactos, no los van a perder nunca. Se protegen entre ellos y lo único que no se admite es la traición. La traición se paga con plomo".