J. A. A. M. , árbitro y guardia civil, pitaba los partidos y, presuntamente, robaba en los vestuarios aprovechando que tenía acceso libre a las instalaciones de los campos de fútbol. El acusado de nueve hurtos en otros tantos encuentros de balompié en la provincia de Ourense, en 2015, se enfrenta a una petición de condena de 18 meses de prisión.

Aunque fue expulsado del colectivo de arbitraje -ejercía en peñas y veteranos, y también llegó a regular el juego en regional-, la Fiscalía solicita como pena adicional que no pueda pitar durante un periodo de cinco años si finalmente resulta condenado. Le aplica la agravante de abuso de confianza. El juicio se suspendió ayer por la huelga de funcionarios de Xustiza.