-La nueva línea de investigación sitúa a Julio Araújo el día de la desaparición de Sonia en la zona de San Mauro.

-Sí, yo eso lo sé por los medios de comunicación. Yo el año pasado acudí en dos ocasiones a la comisaría para aclarar ese día precisamente: el recorrido que yo hice, en qué punto me encontré con Julio Araújo porque nos cruzamos en una calle... A mí me pareció insignificante porque ya era algo que dije el primer día. Ahora lo que sale en los medios es que su vehículo fue visto en esa zona.

-El caso se reabrió hace ya unos meses. ¿Tampoco les informaron de ello?

-Para nosotros fue también una sorpresa. El registro de la casa de San Mauro fue una sorpresa. Nos enteramos a través de una llamada de un periodista que me llamó cuando yo estaba trabajando. No sabíamos que estaba reabierto desde el verano. Lo que hice fue llamar a la abogada. Fue ella quien llamó a comisaría, donde le confirmaron que sí, que estaba teniendo lugar el registro. Al terminarlo, ya por la noche, se puso en contacto con nosotros la policía. No sabes a qué atenerte, porque toda la información que tienes es a través de los medios de comunicación. Estás a la expectativa a ver qué pasa, qué nuevo paso da la policía.

-Declaró públicamente su agradecimiento a la implicación policial...

-Sí, su implicación es desde el primer momento. La pareja de Sonia ha estado siempre en su punto de mira. Lo que les ha fallado es encontrar las pruebas necesarias para probarlo. Nunca ha habido otro imputado, otro investigado. Yo creo que lo tienen claro. Para la policía también tiene que ser frustrante el saberlo y no poder demostrarlo. Es gratificante saber que siete años y medio después siguen investigando y que el caso no se ha aparcado ni tirado en un cajón. Eso para mi familia es muy gratificante.