Continúa la incertidumbre y la angustia con la desaparición de tres mujeres cerca de la costa asturiana, en circunstancias parecidas. Ayer, la familia de la mujer cuyo rastro se perdió en Castrillón, Concepción Barbeira, expresó su convencimiento de que "no se ha ido voluntariamente". La familia, a través de las redes sociales difundió la foto de la mujer y pidió ayuda para localizarla. Se trata de la misma certeza expresada por los parientes de la gijonesa Paz Fernández Borrego, que fue vista por última el 14 febrero, paseando con su perro por Navia.

La Guardia Civil, a través de su cuenta de Twitter, ha pedido no hacer caso de los bulos que están surgiendo. Hace mención expresa a un mensaje sobre la presencia de "unos señores de unos 40 años" que se hacen pasar por policías y que "paran a señoras solas y les hacen salir del coche". Se trata, según la Guardia Civil, de un "megabulo". Pero hay otros, como que la pareja de Paz Fernández Borrego -supuestamente un vecino de Arancedo, El Franco-, también ha desaparecido. O que la presencia de un helicóptero de la Guardia Civil rastreando una área boscosa de Salamir (Cudillero) responde a la búsqueda de Concepción Barbeira. Estas desapariciones están causando un gran malestar y temor.

Operativo de búsqueda

El operativo de búsqueda de Concepción Barbeira Mariño se mantuvo ayer en la localidad de Santa María del Mar hasta el anochecer y está previsto que se reanude hoy martes. Agentes del Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, del Servicio Marítimo de la Guardia Civil (SEMAR), agentes con perros adiestrados y el helicóptero rastrearon por cuarto día consecutivo la costa castrillonense para intentar localizar a la mujer, vecina de San Adriano, en la parroquia de Naveces, donde reside con su esposo y una hija de 18 años estudiante universitaria.

Barbeira, de mediana edad, salió con su coche, un Audi A6, sobre las siete de la mañana del viernes para dirigirse a su trabajo como cocinera del Hospital San Agustín de Avilés, donde empezaba su jornada a las siete y media, pero no llegó. El vehículo fue localizado a las pocas horas cerca de la playa de La Llada, en Santa María del Mar. El coche estaba abierto y tenía dentro el bolso, las llaves y otras pertenencias. Sus compañeros de trabajo fueron los primeros que se alarmaron al no incorporarse a su puesto. Los vecinos y conocidos de la familia no encuentran explicación a la desaparición de la mujer. "Es una familia normal y no se les conoce ningún problema", manifestó una vecina.

En Gijón también concluyó sin éxito el cuarto día de búsqueda de Lorena Torre García, la mujer de 40 años a la que se le perdió la pista el pasado jueves día 1. Aunque sus padres, con los que vive en el barrio de El Coto, dieron la voz de alarma por la noche, en realidad la gijonesa no se presentó ese día en Alcampo, donde trabaja. Ayer sus compañeros se unieron a la familia, pidiendo la colaboración ciudadana a través de un cartel con su foto y el siguiente mensaje: "Toda persona que pueda proporcionar cualquier tipo de información será de mucha ayuda en la solución del caso". La Policía trata estos días de reconstruir el día a día de la desaparecida, visitando los lugares que frecuentaba y entrevistando a familiares y amigos. De momento, todas las hipótesis están abiertas y no se ha apreciado nada anormal.

El helicóptero del 112 Asturias volvió a retomar por la tarde la búsqueda por la costa, aprovechando la bajamar. El rastreo por el litoral es una de las prioridades, ya que su coche fue localizado aparcado frente al restaurante Bellavista, en El Rinconín, donde permanece. Esta zona, ubicada junto a la playa de San Lorenzo, está a unos 19 minutos del barrio de El Coto. Según la Policía, la desaparición es todavía muy reciente, por lo que el operativo continuará. Lorena es hija de Casimiro Torre, minero en La Camocha y hermano de quien fuera consejero de Industria en gobiernos del PSOE, Graciano Torre.

En cuanto Paz Fernández Borrego, la Guardia Civil está siguiendo varias líneas de investigación para descubrir lo que le ocurrió a esta mujer, cuyo vehículo fue encontrado en Jarrio, a unos dos kilómetros del lugar en el que debería haber dormido.