Parece que quien delató a la narcoabagoda gallega Tania Varela, la más buscada de Europa, midió bien los tiempos. Capturada hace una semana en la localidad de Sitges, donde estaba con su hija de cuatro años, los cinco años de fuga no le han servido para librarse ni de los siete años de cárcel a los que fue condenada con su excompañero David Pérez Lago, por la cocaína de Corme, ni para guardar silencio sobre el asesinato de su siguiente pareja, el abogado Alfonso Díaz Moñux, al que acompañaba en su coche en diciembre de 2008 cuando fue tiroteado por unos sicarios en Madrid, mientras que a ella la dejaron ilesa. Ella siempre ha mantenido que no vio nada, ya que en el momento de los disparos se había agachado a coger su bolso.

La abogada ha vuelto a tiempo para afrontar sus peores miedos. El próximo jueves se celebra en la Audiencia Nacional el juicio contra contra Miguel Ángel Durán, el único de los sicarios que logró huir y fue detenido en Rio de Janeiro (Brasil) y extraditado.

La familia de Díaz Moñux, a través del letrado Sanz de Bremond, quiere que declare como testigo. En un principio, Tania Varela atribuyó la inducción del crimen David Pérez Lago, pero la Policía no encontró pruebas. Después perdió la memoria, tuvo "amnesia" y no recordaba ni el psiquiatra que la trataba. Huyó y no se sabe bien si por no ir a prisión o por no declarar en el asesinato de Moñux.

La Fiscalía de Madrid solicita 24 años de cárcel para Durán por delitos de asesinato alevoso mediante precio y tenencia de armas de fuego sin licencia o permiso necesario.