Gritando a voces un galimatías en los que mencionaba al demonio. Así irrumpió ayer en la iglesia pontevedresa de San Bartolomé un hombre de 46 años que fue detenido por la Policía Local por los destrozos que causó en elementos del templo, ubicado en el casco histórico. El problema se inició cuando esta persona intentó acceder al templo en bicicleta, lo que le reprocharon los feligreses. El hombre perdió el control y profirió gritos, al tiempo que la tomó con todos los objetos de la iglesia que se iba encontrando por delante e incluso intentó tirar la imagen de San Bartolomé, aunque se lo impidieron.