Instituciones Penitenciarias ha retirado el protocolo de prevención de suicidios a José Enrique Abuín Gey El Chicle, ingresado en la prisión pontevedresa de A Lama y autor confeso de la muerte de Diana Quer, la joven desaparecida el 22 de agosto de 2016 en A Pobra do Caramiñal y cuyo cuerpo fue hallado en una nave del municipio coruñés de Rianxo el pasado 31 de diciembre de 2017.

La medida se adopta al considerar la Junta de Tratamiento del penal, a tenor de los distintos informes emitidos por varios profesionales, que no existe riesgo de que se autolesione o atente contra su propia vida. No obstante, la medida no supone ningún cambio en el día a día de El Chicle, pues sigue en la enfermería, en una celda especial acristalada que permite su control y se mantiene el acompañamiento del preso sombra. Abuín Gey sigue sin compartir tiempo de ocio con otros presos, ya que es un preventivo al que hay que proteger para evitar incidentes con otros reos que, en cuanto pueden, le insultan o amenazan.

Por eso no se descarta un traslado de prisión, fuera de Galicia, como ha ocurrido con otros acusados de grandes crímenes, caso de David Oubel, el asesino de Moraña que mató a sus hijas con una rebarbadora, o de José Luis Cortiñas, asesino de su mujer en Vilaboa.

Los presos sombra son reclusos de confianza a los que se les asigna el acompañamiento de un compañero las 24 horas del día. Se trata reclusos con muy buen comportamiento durante su condena y pueden recibir a cambio beneficios penitenciarios por su colaboración, como alguna visita extra o trabajo remunerado, pero nunca reducción de condena.

En el caso de El Chicle, el primer acompañamiento recayó en un carpintero vigués que mató a puñaladas a su mujer en 2011. Francisco Rafael Álvarez Martínez, condenado a 14 años y a 15 de destierro de la ciudad olívica, fue considerado culpable -por un jurado popular- del homicidio de su exmujer, Cristina González Sacau, de 39 años, en el domicilio de Coruxo donde la víctima convivía con los dos hijos mellizos y menores de edad de la pareja.

El autor confeso de la muerte de Diana Quer parece encontrarse cómodo en A Lama, un penal próximo a su domicilio en Rianxo, lo que ha facilitado las visitas de su hija, menor de edad; de su madre y de su mujer, Rosario Rodríguez, que llegó a estar investigada en la causa. La intención de ella de divorciarse y no volver a verlo en prisión ha propiciado que El Chicle envíe determinadas cartas en las que apunta la posibilidad de que él no estaba solo cuando se cometió el crimen de Diana Quer. La desimputación de Rosario ha sido recurrida por los padres de Diana Quer.