Cuando el conductor con síntomas de embriaguez que embistió la terraza de un bar en el barrio de A Ponte, en Ourense, salió del coche y vio que se había llevado por delante una mesa e incluso a los clientes que había en ella se llevó las manos a la cabeza. Un hombre de avanzada edad estaba encima del capó, aparentemente bien, y una señora se le encaró: "¿Pero qué haces? ¡Casi nos matas!". La actitud del conductor, un policía nacional de 40 años de edad, con destino en A Coruña y actualmente de baja médica, no fue agresiva en un principio. De hecho, a continuación de lo sucedido "entró al bar y se pidió un cubata".

Así lo relataba ayer un testigo que pudo ver todo el proceso, desde que el vehículo se subió a la acera llevándose por delante la mesa, hasta que el conductor arremetió contra los agentes de la Policía local que le invitaron a someterse a las pruebas de alcohol y drogas. El automovilista tuvo que ser reducido e introducido esposado en el vehículo que se lo llevó bajo arresto por agresión y resistencia. "Cuando le pusieron la mano en la cabeza para meterlo en el coche uno de los policías gritó '¡me mordió!'", asegura esta persona que presenció lo ocurrido.

El hombre al que arrolló, en cambio, no fue consciente de lo que había ocurrido hasta que se vio encima del capó. E.R., vecino también del barrio de A Ponte, asegura que sucedió todo muy rápido y que no tuvo tiempo ni de asustarse. "No lo vi venir, de repente estaban todas las sillas tiradas y yo en el capó. No pasé susto porque estaba bien, no pasó nada", explica. No obstante, sí es consciente de lo que pudo pasar: "Arrastró las sillas y paró ahí, pero si llega a entrar hasta la pared nos mata a todos". Lo mismo opina el testigo de lo sucedido: "No llevaba mucha velocidad porque parece que lo que quería hacer era aparcar encima de la acera, pero no sé qué hizo que se le fue el coche y embistió la terraza; si entra con más fuerza podría haberlos aplastado".

En libertad

El detenido, que pasó a disposición judicial este pasado domingo y quedó en libertad tras comparecer en el juzgado, ya había protagonizado un incidente hace dos semanas en un bar de la céntrica calle Valle Inclán en el que acabó detenido por la Policía Nacional de Ourense y llevado también ante el juez.

Aquello ocurrió a última hora de la tarde del pasado sábado 14 de abril. El arrestado discutió con el camarero cuando este le pidió que se fuese porque estaba bebido. En el altercado, en el que intervino un agente de paisano que en ese momento se encontraba fuera de servicio, llegó a levantarse la camiseta y enseñar el arma que llevaba. No desenfundó ni apuntó a nadie, pero mostrarla fue suficiente para ser reducido.

La identificación constató que se trataba de un agente del cuerpo de la Policía Nacional, de hecho, llevaba con él el carnet profesional, así como diez cartuchos de munición. En las pruebas que le practicaron dio positivo en alcohol. Tras este hecho, el agente fue suspendido de empleo y sueldo y se le retiró el arma reglamentaria.